lunes, 19 de marzo de 2012

UN PAPA NOS VISITA

La visita del Papa a nuestra ciudad es un gran regalo para la comunidad leonesa, pues constituye un maravilloso y amplio espejo de nuestro carácter local e idiosincrasia. ¿Cómo nos miramos en este espejo?
En primer lugar, involucrados. Cuando un hecho influye poderosamente en una comunidad, todos los miembros pertenecientes a ella se sienten motivados a hablar de lo que ocurre como de un acontecimiento. Estoy segura de que todo leonés ha pronunciado la palabra “Papa” varias veces durante las últimas semanas, y ha expresado su opinión al respecto, ya sea con júbilo, orgullo, temor o desdén. Así son los hechos sociales; vienen, nos toman dentro de ellos como las olas del mar a los peces, influyen en todos por igual y de manera distinta en cada uno, de modo que resulta imposible que alguien se sustraiga a lo que está sucediendo, porque el intento de sustraerse es ya una reacción individual hacia lo mismo.
En segundo lugar, nos vemos profundamente religiosos. No es de extrañar, pues nuestros ancestros, tanto españoles como indígenas, consagraban cada una de sus acciones a la divinidad tal como la concebían; unos hacían la guerra para evangelizar y los otros hacían la guerra para conseguir víctimas humanas; ambos eran capaces de grandes sacrificios por su Dios o dioses y entendían darles lo mejor de sí mismos. Dicha religiosidad ha evolucionado durante cinco siglos y hoy podemos contemplarla en las acciones comunitarias, las cuales, como siempre ha sucedido, pueden ser distintas y hasta opuestas entre sí y no necesariamente muy religiosas: “El Papa nos va a dejar tanto más cuanto de derrama económica” no es lo mismo que: “El Papa viene a bendecir nuestras familias”.
En este espejo también podemos ver la estrecha relación que en este momento existe entre la iglesia y el gobierno, que les ha permitido colaborar sin altercados aparentes. Hubo un tiempo en que parecían “mal-casados”: peleándose a muerte entre ellos y que los hijos sobrevivieran como pudieran, o exigiéndoles tomar partido y lanzarse contra los hermanos “enemigos”. ¿Habrán hecho las paces y ahora quieren trabajar juntos por el bien de México?
El espejo sigue reflejando, y en sus reflejos podemos ver que los católicos seguimos siendo mayoría. Hasta ahora, en nuestro suelo no se ha dado una guerra entre religiones como en otros Países, en que cristianos se enfrentaron entre sí para matarse porque unos eran católicos y otros protestantes. Me gusta pensar que si viniera a visitarnos un alto dignatario protestante, lo trataríamos bien, aunque no tan bien como al Papa que es de nuestra religión, y somos mayoría.
Como venía diciendo, los humanos vivimos en comunidades y es imposible sustraerse a los acontecimientos comunitarios. En esta ocasión es uno gozoso, pues promete hacernos bien en algún sentido -igualmente comunitaria sería una inundación o una epidemia y todos nos veríamos afectados-, y nos toca alegrarnos porque vivimos algo que a muchísimos les gusta, y a aquellos que les desagrada no va a pasarles nada malo.

lunes, 12 de marzo de 2012

TIENES MENSAJE

Llevo 10 años casada y en ocasiones se me viene la sensación desagradable de que quiero marcharme de aquí, escapar. Tenemos dos niños y luego pienso que ellos no se lo merecen. Me sucede por las mañanas. Ayer, luego de una reunión de trabajo volví a mi casa y otra vez. No me imagino a dónde iría, solamente que voy a abrir la puerta y desaparecer, que luego llegan los de mi familia y nadie se da cuenta de que yo ya no estoy. Me pongo a hacer algo para distraerme, pero después de que me pasa quedo como extrañada de mí, con culpa, me siento irresponsable y pienso qué mal que no disfruto lo que tengo. ¿Por qué me pasa esto tan feo?
RESPUESTA
A veces sucede que soñamos despiertos y la imaginación nos narra historias sencillas o complicadas. Digamos que ella conversa con nosotros utilizando el mismo lenguaje de los sueños: imágenes en movimiento. Antes de responder a tu pregunta, voy a pedirte que, en tu interior, investigues si te parece bien sostener una charla contigo misma, o si, por el contrario, consideras tontería estar poniéndoles atención a tu sueños, ya sea que los tengas dormida o despierta. Voy a suponer que dijiste que tú eres la persona que más te interesa y que cualquier mensaje proveniente de ti, te es importante.
Creo que si hubieras tenido estas mismas imágenes mentales mientras dormías, te habrían inquietado menos. Imagínalo: Sueñas que abres la puerta de tu casa y escapas, llegan tu esposo y tus hijos y nadie se da cuenta de que no estás. Luego despiertas. ¿Qué piensas?, ¿qué imaginas que pensarías?, ¿que sería divertido observar lo que hacen y esperar para saber cuánto tiempo tardarán en darse cuenta de tu ausencia?, ¿tal vez que te habría gustado escuchar gritos de sorpresa y ver que tus familiares te buscan por todos lados?, ¿a lo mejor llegas a la conclusión de que no les importas y les da lo mismo que estés o que no estés? Quién sabe si sólo te sintieras intrigada por el significado de ese sueño tan extraño….
Y yo me pregunto si quieres saber “por qué” te ocurre esto, o si tu deseo es encontrar el camino de vuelta a casa, sentirla que también es tu hogar y no solamente de tus hijos y tu marido. ¿En qué sentido te experimentas excluida?, ¿trabajas y haces todo a favor de ellos, sin encontrar correspondencia?, ¿o al revés, ellos hacen proyectos y actividades y no te incluyen?, ¿o está tu corazón tan ocupado en otros menesteres que tu colaboración productiva o amorosa se ve reducida a nada o poco relevante?, ¿quizá lo que tú les das no es tomado con gusto por ellos, porque no es lo que necesitan, o es más de lo que necesitan? Cuando una se excede dando, los otros parecen sentarse a descansar y pedir más.
Sentirte extrañada de ti, con culpa, irresponsable o regañándote porque no disfrutas lo que tienes, puede significar al menos dos cosas: 1) que no has tomado y entendido el recado que tu interior te envía, y 2) que cuentas con la energía necesaria para realizar cambios. Te recomiendo psicoterapia, a fin de traducir el mensaje, y hacer tu constelación familiarm con el propósito de que veas hacia dónde se dirige tu mirada interior, qué es lo que la mantiene absorta y de qué manera se ubican los miembros de tu familia, a quienes percibes desinteresados de ti. Es importante que te detengas a descifrar este mensaje, porque la información que nos brinda el inconsciente siempre es precisa y trascendental.

lunes, 5 de marzo de 2012

UN SECRETO

Soy soltera. Tengo un sobrinito muy mono que quiero mucho y le pedí permiso a mi cuñada de llevarlo vestido de indito al Santuario, pero ella se molestó, es muy especial y posesiva, si no fuera porque mi hermano se lo pide, ella nunca nos prestaría a sus hijos. Dijo que no piensa inculcarle al niño una religiosidad equivocada, que esas fiestas de multitudes son remanentes de supersticiones que nada tienen que ver con Dios. Yo le argumenté que sólo era para presentárselo a la Virgen, y contestó que muchos católicos parecemos idólatras con tantas vírgenes y tantos santos. Me enojé y me quedé callada pensando que no quiero dejar de ver a mi sobrino, pero después me dio como remordimiento por no haber defendido mi religión, aunque también sé que ella no se va a convencer. Pienso que el niño está chiquito y sí puede entender. Yo me siento en el deber de enseñarle a mi sobrino la fe y principios cristianos, no creo que mi hermano se oponga, pero ella sí. Mi pregunta es si hago bien en pedirle al niño que no se lo diga a su mamá.
RESPUESTA
Veo que tienes una gran predilección por tu sobrino. Eso es bueno tanto para el niño como para ti, porque ambos salen ganando al quererse. También veo que deseas lo mejor para él y por ello quieres inculcarle la religión que a ti te ha permitido ponerte en contacto con Dios. Tu intención es amorosa. Cuando uno es movido por el amor, más fácilmente puede captar y adaptarse a los requerimientos de las personas amadas, porque le interesa verlas desarrolladas y felices.
Imagino que tú ya pensaste cómo harás para enseñar a tu sobrino a orar y amar a Dios, no hablaré sobre el método, porque tú lo conoces, sólo me referiré al peligro de hacer a un niño la petición de que guarde un secreto, petición que puede evocar en el pequeño por lo menos dos reacciones: 1) Ir de inmediato con su mamá y decirle que su tía no quiere que sepa lo que ocurre entre ambos, y 2) Que realmente guarde el secreto. Puede haber otras posibilidades intermedias, pero de las aquí mencionadas, ¿cuál crees que te gusta y tiene buenas consecuencias?
Con la primera, lo más probable es que no veas más a tu sobrino. Pero supongamos que tu hermano obligara a tu cuñada, el niño se vería en la necesidad de tomar partido. ¿Por quién crees que se inclinaría, por ti o por su mamá? Vamos a suponer que por ti, entonces el pequeño estaría en un conflicto serio con su progenitora, y ella, resentida, haría lo posible para que no volvieras a pisar su casa, porque te catalogaría como su rival. Si el niño se inclinara por su mamá, como es probable, todavía tendrías oportunidad de rectificar y decir que no era en serio o que te entendió mal.
Veamos la segunda: que guarde el secreto. Aparte de la culpabilidad que seguramente experimentaría el pequeño por no haberse atrevido a renunciar a ti, contra de los deseos de mamita, está el peligro de que otra persona, con intenciones menos buenas que la tuya, más adelante le exija guardar otro secreto entre los dos, y el niño lo guarde.
Otra cosa: los secretos son secretos por inconfesables. Quiero decir que en la mente del niño, si no se debe hablar de algo, entonces esto es malo, salvo que la orden de callar se la den sus padres. En tal caso, sentiría que está protegiendo algo que es bueno para la familia contra amenazas externas. No creo que sea provechoso para él aprender a orar y amar a Dios en secreto, podría resultar contraproducente.