¿Usted
cree en la humanidad? Con tanta inseguridad, corrupción, secuestros, guerras y
lo que pasa en nuestro país y otros países, en nuestro tiempo y en otros
tiempos, ¿cómo se puede tener fe en la humanidad?
OPINIÓN
Tu
pregunta evoca en mí una sensación parecida a la de si creo en Dios; primero me
pide definir si creo que existe o que no existe, y luego, si es posible tenerle
fe. Haré lo mismo respecto a la humanidad.
Sí,
creo que la humanidad existe. La formamos personas; es decir, tú, yo y los siete
mil quinientos millones de individuos que compartimos la especie en el planeta
Tierra, durante 2018. También la forman los que ya se fueron, los de otros
tiempos, que nos legaron lo que hicieron durante sus vidas, cosas buenas y
malas que conforman las culturas y nos ubican en donde estamos y cómo vivimos. Por
ejemplo: nosotros no somos cazadores-recolectores ni podríamos serlo, la suma
de experiencias de nuestros ancestros nos colocó en una ciudad y en esta época.
¿Podemos
tener fe en la humanidad? Depende.
Si
tener fe en la humanidad consistiera en creer que ésta vendrá a sacarlo a uno
de apuros cuando los tenga, como si la humanidad estuviera a su servicio, es
probable una desilusión. Yo más bien la veo formada por toda clase de
individuos, cada cual persiguiendo lo que cree más conveniente para él y, con
frecuencia, equivocándose en su apreciación. Creo que a ninguno le interesas más
que él mismo. Que nadie te brindará ayuda gratis, a no ser que hacerlo le sirva
de provecho. Por ejemplo: para quien persigue la bondad, tu presencia le sirve
para hacer actos bondadosos; si persigue el amor, tu presencia le sirve para
amar; si persigue el poder, tu presencia es un escalón donde pisar y escalar
más alto. Depende lo que cada uno persiga.
Tener
fe en la humanidad también puede significar que a uno le interesa desarrollar
creencias que le permitan vivir en armonía con los humanos y confiar en ellos.
En este caso, uno persigue la fe, y la elabora. Las personas de su camino son
oportunidades para colaborar con ellas y sentirse en casa. Como uno persigue la
fe, aunque ésta sea desmentida, siempre encuentra nuevos sujetos en los cuales
confiar.
¿Cómo
se puede tener fe en la humanidad? La mejor manera es mirarte en un espejo. La
imagen que verás reflejada es la de un humano, y los sentimientos y actitudes
del sujeto que contemplas son humanos. ¿Puedes amar el rostro que ves? ¿Tu
apariencia toda? ¿Tener simpatía por esa imagen? ¿Creer en que cuentas con esa
persona para todo? Si te descubrieras criticándote rudamente, encontrándote
defectos y rechazándote, eso también es humano; es decir, forma parte de lo que
hacemos los humanos. ¿Puedes perdonar tu severidad y aceptar que lo que ves es lo que hay, y eres libre de amarlo y
de odiarlo? Los humanos podemos hacerlo. Sigues mirándote en el espejo y
esperas a saber qué pasó, si decidiste reconciliarte contigo o de plano te caes
mal.
Si
sucediera lo peor, que encontraras abrumadoramente espantosa la imagen que te
devuelve el espejo, entonces te será casi imposible tener pensamientos
cordiales y de fe sobre la humanidad, porque todos somos de los mismos y
estamos hechos de lo mismo. Debe ser horrible convivir con gente que uno
considera fea.
Si
sucediera lo mejor, que decidas amar lo que ves a pesar de cualquier defecto,
entonces tu fe en la humanidad será grande, porque todos somos de los mismos y
estamos hechos con lo mismo. Nadie en su sano juicio pensaría que sólo él, entre
siete mil quinientos millones de individuos, es capaz de sentimientos tan hermosos;
alguien más debe tenerlos y el chiste es encontrarse con ellos, convivir con
ellos, y junto con ellos formar un pequeño paraíso terrenal en donde unos a
otros puedan tenerse fe y confianza.
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