martes, 29 de julio de 2014

PUBLIQUÉ OTRO LIBRO


Mi libro se llama “El que se fue a la villa”. Es una novela de costumbres y estereotipos que se niegan a morir, no obstante la amplitud de conocimientos en la época actual y la oportunidad de educación en todas las clases sociales, incluyendo las menos privilegiadas por la fortuna, pues debido al Internet, cualquiera, joven o viejo, puede optar por aprender lo que desee, sin necesidad de maestros de carne y hueso ni de programas oficiales. Y a pesar de todo, lo acostumbrado sigue teniendo su fuerza.

Mi novela narra la crisis de una familia leonesa ficticia que vive cerca del Libramiento y el Cerro Gordo, cuyos dos hijos mayores son albañiles, como lo fueron el padre y el abuelo. Este último, en la lucha por mejorar su posición económica, fundó un asentamiento humano de ex campesinos que, con el paso del tiempo y el vertiginoso crecimiento de la ciudad, quedó rodeado de colonias ricas: la “Zona Dorada”. La trama pone en evidencia la necesidad de cambiar y adaptarse a escenarios que no siempre son elegidos; todos los protagonistas se ven obligados a “emigrar”, física o mentalmente, de lo antiguo a lo nuevo; a buscar equilibrio entre resistirse y atender lo que la realidad exige y a vivir la culpa de no poder cumplir con los parámetros que se les habían inculcado. La crisis se agrava con una falta cometida por la esposa del hijo mayor y la revelación de un secreto que de los padres guardaban; todo esto hace estallar la estabilidad familiar y pone de manifiesto cuántas influencias que proceden de la Conquista, la Colonia y lo que les siguió continúan influyendo sobre nuestras maneras de ser y de pensar, unas veces para bien y otras para mal.

Creo encontrar una analogía entre mi comportamiento y el que describo en mi novela: la necesidad de insistir en una manera de actuar porque es la acostumbrada, aunque ya existan otras más fáciles y funcionales. Déjenme contarles: La diferencia en cuanto a trabajo para la publicación electrónica y la de papel de un libro es enorme. En la primera, el mismo archivo de Word donde estuve redactando se sube a amazon.com y listo, el proceso cuesta cero pesos con cero centavos. El cliente lo encuentra en http://www.amazon.com/dp/B00M215IZM , da un clic sobre la imagen y entonces puede leer los primeros capítulos. Increíble. Pero yo insisto en ser de los que todavía prefieren un libro en papel que se toque, se huela y se lleve consigo a todas partes; por lo tanto, también lo publicaré en físico, para lo cual hay que hacer desembolsos considerables: un diseño digital, conseguir el ISBN, que es como la placa mundial de identificación de la obra, luego recibir un montón de ejemplares que hay que guardar en algún sitio, distribuirlos en librerías, que también tiene costo en fletes y un largo etcétera: resurtir, cuidar que los empleados pongan la obra a la vista y no la dejen en bodega, canjear los ejemplares maltratados o defectuosos... ¡No existe comparación! Pero ya dije antes que soy de los que todavía prefieren un libro en papel para no solamente leerlo, también olerlo, sentir su peso entre las manos, soltarlo cuidadosamente en el buró antes de dormir y deplorar las raspaduras y dobleces de hojas que se le hacen por el uso… ¡Todo sea por la costumbre, y para que todos ustedes, los que gusten, me acompañen a la presentación! Gracias de antemano.

“Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com , al teléfono 7 63 02 77 o en facebook.com/Pascua Constelaciones Familiares.

 

 

DESENAMORARSE DE REPENTE


Estoy asustada de mí misma y quisiera entender lo que me pasa. Tengo 28 años, hace unos meses me enamoré de un hombre divorciado que es mi jefe y deseaba mucho pasar un día juntos, fuera del trabajo, los dos solos. Lo hicimos, yo tenía un curso en el D.F. y conseguí permiso de mis padres para asistir, viajé dos días antes, mi jefe iba a ir conmigo, pero como mis papás me acompañaron hasta verme tomar el autobús y yo no quería que supieran, él viajó solo hasta Silao, allí abordó y nos fuimos juntos. La pasamos muy bien. Mi jefe decía que era la primera vez que alguien se enamoraba de él, y yo era mi primera vez de todo. En verdad la pasamos bien, hablamos de un proyecto que realizaríamos juntos y que se está dando de maravilla. Aquí está lo raro, que en cuanto regresamos y lo vi en el trabajo sentí un rechazo horrible, todavía me pasa, él esta desconcertado con mi actitud, nos hablamos lo indispensable, no sé cómo decirle que voy a abandonar el trabajo y el proyecto y a él, no lo quiero volver a ver. ¿Por qué me pasa esto tan loco? Todavía me acuerdo cuánto lo quería, que yo no estaba mintiendo y tampoco ahora quiero mentirle.

OPINIÓN

Así que estás asustada de que hayas tenido un cambio tan dramático y te gustaría saber el por qué. A veces así nos pasa, nos sorprendemos de nosotros mismos y precisamos recurrir tanto a nuestra fuerza como a nuestro amor propio naturales, para poder entender lo que ocurre. La fuerza nos hace sentir capaces de soportar lo que veamos; el amor nos permite mirar los acontecimientos con benevolencia y no como jueces vengativos, dispuestos a aplicar un severo castigo a lo que descubran. Antes de seguir leyendo, cerciórate de que estás disponible y amorosa, respira hondo y abrázate a ti misma. Di con palabras o mentalmente: “Me amo de todas maneras, pase lo que pase y vea lo que vea”. ¿Ya? Entonces, continúa.

Ahora, todavía abrazándote, piensa en que todas las respuestas están en tu interior. Puedes decirte: “Lo que tengo que saber  ya lo sé, sólo necesito darme cuenta”. ¿Ya? Continuemos.

Como las respuestas están en tu interior, ellas serán el criterio para distinguir si la opinión que voy a expresarte tiene resonancia en ti o no; es decir, si se acerca a lo que sientes o no.

Según yo, has sido una hija muy amada y protegida por unos padres que tienen terror de que te pase algo que ellos considerarían malo, se me ocurre como ejemplo, que llegaras a tener relaciones sexuales fuera del matrimonio o que un hombre te rompiera el corazón. Lo imaginé porque no todos acompañan a una hija de 28 años hasta verla tomar el autobús. Tampoco todas las hijas hacen el esfuerzo que tú hiciste para protegerlos de una mala noticia: me refiero a viajar y obligar a tu jefe a salir aparte para que no lo vieran. Hay mucho amor en ti para tus papás, tanto, que estarías dispuesta a sacrificarte a ti, a tu porvenir y a tus seres queridos, con tal de que ellos no sufran. Has sido una hija amorosa.

Estás en edad de ser una mujer amorosa y responsable de sí misma.  Quién sabe qué sentirás si en tu corazón les dices a tus papás: “Queridos papás, los amo mucho. Por favor, denme su bendición si me comporto diferente y tomo decisiones, acertadas o equivocadas. Crecer no significa que he dejado de quererlos”.

Si te hizo resonancia lo dicho, te sugiero busques ayuda profesional que te acompañe en tu proceso de crecer y diferenciarte de tus padres.

“Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com , o en facebook.com/Pascua Constelaciones Familiares.

 

 

 

 

HACERSE CONSTELADOR


La gran mayoría de quienes estudian Constelaciones Familiares lo hacen para su crecimiento personal. Al inicio acostumbro decirles que tendrán un intensivo proceso de cambio; al final, uno o dos ex alumnos de cada generación forman sus propios grupos. Están conscientes de que cuando alguien aprende a hacer Constelaciones Familiares, adquiere una técnica específica que no lo convierte en terapeuta profesional, sino en Constelador. ¿Cuál es la diferencia? Muchas. Mencionaré unas pocas.

Los terapeutas profesionales han pasado varios años en la universidad estudiando diversas técnicas y teorías, poseen una cédula que los respalda y si lo desean, como herramienta adicional, pueden hacerse Consteladores. En cambio, para ser Constelador no se pide  currículo académico específico; muchos egresados de otras profesiones han visto complementada su carrera exponiéndose a la información y las vivencias que implica un diplomado de dos años que es muy distinto a lo que estudiaron en la universidad. Allí aprenden a mirar sin miedo y sin intenciones los movimientos de los representantes, así como en qué casos puede ser de utilidad aplicar dicha técnica.

Otra diferencia es que una psicoterapia convencional consta de una serie de sesiones periódicas, mientras que la Constelación es una intervención única que dura de 30 a 90 minutos.

También hay diferencias en el enfoque: en psicoterapia se aprenden habilidades para lograr o evitar determinadas conductas; una Constelación modifica actitudes y se enfoca en asuntos que dependen menos de querer y más de poder resolverlos, debido a cargas inconscientes e involuntarias. Doy dos ejemplos.

Una persona no puede respetar a los hombres, o a las mujeres. Nunca eligió conscientemente dejar de respetarlos y vive su falta de respeto como algo normal y necesario. Haciendo su Constelación aparece que en su historia familiar ocurrieron hechos dolorosos que llevaron a todos en la familia a dicha actitud.

Otro ejemplo: Un niño no puede dejar de meterse en problemas en la escuela y muestra rebeldía constante ante la autoridad. En la Constelación se ve que la familia no respeta a la escuela donde lo inscribió y ni siquiera la mira, el personal docente “corresponde” a  la antipatía familiar negándose a honrar a los padres del niño, y mientras menos respeto sienten los educadores (padres y maestros) entre sí, más problemática se vuelve la conducta del educando, porque su lealtad está dividida entre ser fiel a sus padres o a sus maestros.

La psicoterapia convencional puede ser una experiencia intelectual que mueve grandes sentimientos; la Constelación es una vivencia afectiva irracional pidiendo auxilio a la inteligencia para acomodarse; sin embargo, dicha inteligencia no siempre logra comprender lo que ve, y la persona experimenta el nuevo acomodo como adecuado, a pesar de que no lo haya comprendido del todo.

En Constelaciones Familiares, cada persona es vista como parte de una familia y su historia. Aun cuando solo uno de sus miembros hace la Consulta, todo el grupo familiar resulta beneficiado.

Por cuestión de espacio, dejo otras diferencias sin mencionar.

Aprender Constelaciones Familiares se recomienda para personas que laboran en organizaciones que ya cuentan con servicios de atención directa a la población y poseen gran demanda de servicios, como el IMMSS o instituciones gubernamentales de salud pública. Mediante esta herramienta se puede atender a muchas personas simultáneamente.

Constelaciones también es útil para personas que ya se dedican a las ciencias sociales, como psicología, trabajo social, psicoterapia, docencia, antropología, leyes o medicina. Asimismo, para quienes trabajen con infantes, adolescentes y adultos de manera directa, o en temas como: violencia familiar, embarazo entre adolescente, derechos humanos, derechos reproductivos, salud, justicia, sexualidad, educación, adicciones, etc. Es muy recomendable para terapeutas, así como para quienes laboran en proyectos comunitarios. Dejo para otra ocasión cómo se aplican las Constelaciones en las empresas, porque tienen variaciones específicas.

“Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com ,  o en facebook.com/Pascua Constelaciones Familiares.

 

 

lunes, 7 de julio de 2014

ESCUELA Y CONSTELACIONES


Cuando unos padres eligen escuela para sus hijos, desean que sea la mejor y están dispuestos a hacer grandes sacrificios con la esperanza de que funcione bien, porque una vez elegida, sería doloroso para todos que el niño deba abandonarla. No, ellos prefieren que su hijo comience y termine allí su educación, con éxito.

La escuela, que nunca sustituye a la familia, es para los niños como un segundo hogar, pasarán muchísimas horas en ella y tiene una influencia decisiva en la personalidad de los alumnos. Es triste cuando el hogar verdadero y el segundo hogar parecen a punto de divorciarse; el educando sale perjudicado.

Marianne Franke-Gricksh, una maestra y consteladora alemana, en su libro “Eres uno de nosotros”, relata numerosas experiencias en las que aplicó la teoría y las técnicas de Constelaciones con sus alumnos, logrando así que la escuela honrara a los padres de los niños. Ella  preguntaba con frecuencia a los alumnos: “¿Con quién, papá o mamá, te sientes más apoyado? Invítalo mentalmente a que esté junto a ti mientras haces lo que tienes que hacer”. En una ocasión, a un niño que se le estaban dificultando sus operaciones de cálculo, le dijo que debía haber alguien de su familia que pudiera apoyarlo mientras las realizaba, y él le respondió que no tenía cabeza para pensar en eso, entonces le colocó una silla vacía a su lado, sin decir palabra. El niño se tranquilizó y se puso a trabajar en el examen.

También relata una pelea en el patio. Un muchacho le había dado un puntapié a una niña de otra clase, la hermana de ella llegó corriendo e hizo saltar sangre al varón. La maestra, en lugar de las discusiones, opiniones, cita de testigos oculares y lo acostumbrado, que aumenta las proporciones del conflicto, nombró representantes para el niño y la niña que iniciaron la pelea y los ubicó frente a frente, pero los representantes mostraron que no tenían nada uno contra el otro. Entonces agregaron representante para la hermana que había venido en auxilio, y allí se desplegó la dinámica: el representante del varón levantó su mano contra ella, muy enojado, y la de la hermana exclamó: “Yo defiendo a mi hermana, tenga ella razón o no”. Había predominado la solidaridad familiar sobre la justicia. Hizo que los representantes, uno a uno, se inclinaran diciendo: “lo siento”, y la hermana defensora dijo: “Lo lamento, me he dejado incitar por mi hermana”. La maestra propuso a las dos que permitieran que el varón expresara un deseo, para que él viera lo mucho que lo lamentaban. En el siguiente receso, éste encontró un pastelillo en su banco.

En mi opinión, todos los maestros y maestras deberían tomar el Diplomado de Constelaciones Familiares, lo cual no significa que abandonarán la clase y se convertirán en terapeutas, seguirían en su profesión y evitarían innumerables problemas, injusticias, expulsiones y etiquetas. Es fácil e inspirador utilizar las teorías y las técnicas sistémicas en el desarrollo de los niños, la eficacia del aprendizaje, incorporación de la fantasía  en los métodos de estudio, en el trato social entre los miembros de la comunidad educativa y en la confrontación con agresiones dentro y fuera de clase, para indicar solo algunos aspectos. Las constelaciones están demostrando ser una herramienta tan versátil como el rayo láser, que al principio se pensó que sólo servían para una sola cosa y cada día se les encuentran más aplicaciones.

“Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com , o en facebook.com/Pascua Constelaciones Familiares.