lunes, 20 de diciembre de 2021

NAVIDAD, FESTEJO DE LA VIDA

La vida es difícil, impredecible, a veces dura y sin embargo, hermosa. Navidad festeja esta vida que se renueva. Los romanos la llamaban fiesta del Natalis Solis Invicti; es decir, del sol que resurgía en el solsticio y comenzaba a hacer los días más largos. ¡Luz, luz, decoración de casas y plantas, ampliación de la claridad! También los aztecas hacían fiestas, ellos por el nacimiento de su dios Hitzilopochtli (el sol de la guerra) y obsequiaban comida y unas estatuillas hechas de maíz azul a los invitados. Con el renacimiento del sol, toda la vida se renueva y la atención se dirige espontáneamente al nacer y crecer. Mirar hacia la vida nos vuelve alegres y optimistas; lo opuesto, mirar hacia la muerte y la mortificación, ocasiona tristeza y desamparo. Nos viene bien aprovechar la Navidad para agregar un poco más de alegría, esperanza, amor y fe en el futuro a los días que estamos viviendo. Hemos tenido demasiado tiempo para observar la discordia, el desdén, el desprecio, la falta de amor, la injusticia, los asaltos y accidentes de todas clases. Nos hace falta darnos un respiro. Es cierto que lo feo no se irá, pero sintonizar nuestra alma con lo bueno y lo bello dejará algo positivo en nuestros corazones y el de los seres queridos. Sean bienvenidos los bailes, la música, los villancicos, los rezos de las posadas, los aguinaldos, los desayunos, comidas y cenas de trabajo con los compañeros, las reuniones familiares, los momentos compartidos en los que dejamos fuera todo resentimiento (aun si solo temporalmente) y nos damos abrazos de felicitación y buenos augurios. Como queramos ver esta fiesta, sol que renace o el Niño Dios que llega a nuestros corazones y familias o la interpretación que queramos darle, todo el planeta siente el inicio del nuevo ciclo y se alegra con ello. Podemos unirnos a esta alegría planetaria y permitir que nuestros corazones vibren con lo hermoso. Por mi parte deseo a todos mis lectores y amigos que esta Navidad se vuelva gratamente inolvidable y los llene de dicha. Felicidades.

lunes, 13 de diciembre de 2021

EN LOS MARAVILLOSOS CUARENTA, ¡CAMBIAS O CAMBIAS!

Los cuarenta años son una edad tan variopinta y trascendental como los dieciséis. En ambas edades se toman decisiones buenas o malas que acompañan la vida de uno durante dos décadas o más. Lo diferente en esta segunda adolescencia es que la persona cuenta ya con experiencia; ha visto mucho y vivido cosas que durante la niñez nunca imaginó. En la primera adolescencia pasó de la infancia a la juventud; en esta, de adulto joven a solo adulto.><. La Naturaleza nunca pregunta: “Oye, ¿me permites que haga lo que tengo que hacer?”. No, ella sigue su curso de acuerdo con sus propias leyes. A los cuarenta te va a hacer cambiar de aspecto, sentimientos, aspiraciones, ideales, formas de pensar, de usar el tiempo, de cuidar tu salud y todo cuanto puedas imaginar. Y ya que has de cambiar, lo harás con una de estas dos actitudes: tomando lo que es, o rehusándote. Recibiendo lo que te ofrece la vida, o negándote a recibirlo.><. Tomar consiste en abrazar con amor tu llegada a la plena adultez: “Soy adulto, tengo cuarenta, observo mi vida, lo que he logrado y lo que no, lo que me gusta y lo que me disgusta; cuento con una década para hacer que el resto de mi existencia sea de mi agrado”. Lo opuesto es negarse a entrar en la nueva etapa: “Si alguien piensa que ya no soy joven se equivoca; puedo seguir tomando, desvelándome, cambiando de empleo, teniendo más de una pareja, evitando compromisos y, en general, viviendo experiencias típicas de la primera adolescencia”.><. Los resultados de una y otra actitud son abismalmente distintos. Con la primera, tomar amorosamente la nueva edad como es, los cambios se encaminan a conservarte en buen estado y aprovechar los numerosos recursos con los que cuentas, ¡estás en la plenitud de la vida! La segunda, por el contrario, conduce al desequilibrio físico y mental, a perder relaciones y comenzar otras nuevas que difícilmente serán exitosas (cuando se basan en una búsqueda de juventud), por último a la soledad y a veces a la pobreza.><. Los cambios de edad afectan sobre todo al cuerpo. Esta es la década de mayor productividad material que tendrás; las siguientes décadas serán resultados de las decisiones que tomes durante la presente adolescencia. Si ya eres devoto del gimnasio, ¡qué bueno!, continúa. Si no, es el momento de comenzar a hacer ejercicio y practicar algún deporte. También necesitarás cambiar tu alimentación por una más sana, dormir bien al menos ocho horas, vigilar tu vida afectiva de manera que las emociones y dificultades no te enfermen. ><. Algunas personas llaman a los cuarenta la edad del “yo nunca”: “Yo nunca sufría resacas”, “yo nunca me cansaba”, “yo nunca necesité cuidarme de las grasas y ahora me dan indigestión”, etc., etc. Lo que pasa es que ahora los avisos del cuerpo son más evidentes y hay que hacerles caso, o podrías vivir una vejez anticipada. Hay personas que tienen ochenta años y están sanas, y personas de cuarenta y tantos a las que todo les duele.><. Un asunto de extrema importancia a los cuarenta son las finanzas. Con ellas preparas tu estilo de vida en la vejez, que ojalá llegues a ella y no mueras antes. Para muchos viejos el dinero es un problema vital si no pueden tener un trabajo remunerado aunque quieran. Es ahora cuando tú puedes preparar un ahorro que trabaje para ti y te garantice tener un mínimo de ingresos que cubran tus necesidades básicas, así no te convertirás en una carga para tus hijos o alguien más. ¡Mucho ojo con la tarjeta de crédito que te induce a gastar más de lo que ganas! Eso se acabó para ti, o estarás engendrando graves problemas futuros.><. Aún hay más pero basta por hoy. Deseo a todas las personas que están en la maravillosa década de los cuarenta que la disfruten y la aprovechen trabajando arduamente en su propio beneficio y el de su familia.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

miércoles, 24 de noviembre de 2021

CONDICIONAMIENTO vs. LIBERTAD

Hasta donde sabemos (y mientras no se demuestre lo contrario), la humanidad es la única especie del planeta capaz de tener consciencia de sí misma y ejercer su libertad, entendida esta como la posibilidad de elegir entre hacer o no hacer algo por decisión; opuesto a hacerlo a causa de un condicionamiento o programación previa.><. En el condicionamiento no se elige; se obedece sin saber, como les sucedía a los famosos perros de Pavlov, el médico ruso que también era cirujano y operó a perros de manera que pudiera medirles la cantidad de saliva que secretaban y en qué momento lo hacían. Luego, los condicionó haciendo tocar una campana al mismo tiempo que les daba comida. Pasado un tiempo de aprendizaje, los perros salivaban automáticamente cada vez que sonaba la campana, aunque no les diera alimento. ><. El aprendizaje consistió en que cada animal asociara dos estímulos que nada tenían que ver entre sí (sonido y comida) y diera una respuesta automática, involuntaria, muy parecida a las respuestas instintivas que son siempre automáticas. Era como grabar una programación a la que el perro debía obedecer sin saberlo. Hay otros métodos de condicionamiento de los que no hablaremos.><. Nos queda claro que no corresponde a la naturaleza de un perro el salivar cada vez que suena una campana. Hacerlo obedecía a la programación añadida.><. Se vienen preguntas a la mente: ¿Puede hacerse esto en humanos? ¿Es posible grabarnos programaciones inconscientes a las que demos siempre una respuesta prevista? En ambos casos, sí.><. Estamos condicionados a multitud de cosas y no siempre es fácil distinguir lo natural de lo añadido. He aquí un ejemplo. Un grupo de familiares se encontraron después de años y quisieron celebrar la ocasión. Casualmente, pasaron frente a una panadería que les era conocida por sus conchas y chorreadas esponjosas recién horneadas. Se les antojaron, pero como eran muchos para entrar todos al establecimiento, le dieron dinero a una tía que se ofreció a ir a comprarlas. La señora entró y al rato salió muy contenta, les devolvió la mitad de su cooperación y dijo: “¡Encontré pan a mitad de precio y aquí tienen su ahorro!”. ¡Oh desilusión! Las conchas y las chorreadas estaban duras. ¿Qué pasó? La tía tenía un condicionamiento a sentirse pobre, buscar ofertas y comprar barato aunque no fuera necesario ni oportuno. ><. Veamos otros ejemplos con palabras. Ya sabemos que los humanos somos capaces de evocar cualquier cosa no presente, por abstracta que sea, con mencionar el nombre. Será una investigación acerca de ti, de cómo fuiste condicionado a pensar. El ejercicio consiste en observar qué ideas vienen a tu mente con cada palabra. Ejemplo. Con “trabajo”, puede ser que pienses algo como esto: empleo, sueldo, riqueza, realización, castigo, sufrimiento, injusticia, explotación... La o las palabras que vienen a tu mente son condicionamientos o programaciones que están en tu subconsciente. ><. Te dejo una pequeña lista de palabras para que investigues que evocas con cada una:>< Éxito Dinero Sexo Matrimonio Muerte Amistad Hombre Mujer>< Cuando uno conoce sus condicionamientos, puede modificarlos a través de la consciencia, si quiere hacerlo. El punto es que al obedecer los condicionamientos no se es libre sino un repetidor obediente de respuestas programadas. Para ser libres necesitamos querer serlo y decidir qué y cómo queremos pensar o actuar.><, “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 15 de noviembre de 2021

LO POSITIVO Y NEGATIVO DE LA CULTURA

Si hubiéramos nacido en tiempos de la esclavitud y como dueños de esclavos, posiblemente creeríamos que estar arriba y mandar era nuestro derecho de nacimiento; en cambio, si nos hubiera tocado ser esclavos, tal vez pensaríamos que debíamos ser leales con nuestros amos y nos convenía obedecerlos con gusto para conseguir su benevolencia. Probablemente esto nos hubiera sucedido, salvo si nuestros padres pensaban distinto. La cultura nos moldea, conforma nuestra manera de pensar, hablar, vestir, comer, interactuar, tener expectativas, distinguir el bien del mal y saber cuál es nuestro lugar, todo esto de acuerdo con el criterio cultural. Podemos llegar a creer tan profundamente lo que nos inculcaron que lo consideremos natural y esperemos que todos los humanos piensen lo mismo que nosotros, como cuando todos creían que la autoridad de los reyes era divina porque Dios los había investido de dicha autoridad, y los vasallos se sentían obligados a conciencia a acatar sus órdenes. Hoy esa creencia no forma parte de nuestra cultura. No de la mexicana, donde no nos inculcaron veneración por los reyes ni por los títulos nobiliarios. La cultura nos socializa y esto tiene su parte positiva y su parte dañina. Lo positivo: La cultura nos enseña a pertenecer y nos entrega millones de soluciones inventadas por otros para que las aprovechemos: el idioma, la escritura, bibliotecas, escuelas, universidades (y ahora Google), división del trabajo, organizaciones sociales, buenos modales, dinero para los intercambios, luz eléctrica, agua corriente, drenajes, tecnología, etc., etc. Lo dañino: la cultura nos obliga a pertenecer y, por lo tanto, a cargar con los problemas que generaciones anteriores no lograron solucionar, como la violencia, la corrupción, la injusticia y los montones de sentimientos conflictivos que nuestros ancestros generaron durante sus vidas. Por ejemplo: una madre, una abuela, un padre o un abuelo, cualquiera de ellos, abandonó a su familia y esta pasó necesidades; luego, sus descendientes miran con desconfianza a todas las mujeres o a todos los hombres, según haya sido el fugitivo, aunque las circunstancias actuales no sean las mismas. O las vendettas donde los descendientes se sienten obligados a “restaurar el honor” de la familia asesinando a alguien. O por siglos se discrimina a las mujeres y sus descendientes toman aquel coraje para defenderse o vengarse aun antes de ser agredidas. Es difícil liberarse de los mandatos culturales nocivos puesto que no los vemos como tales. A veces los consideramos “nuestros principios” o, sin llegar a tanto, simplemente nos salen del interior sin darnos cuenta, como cuando ofendemos a alguien llamándolo “indio” aunque sepamos que todos somos mestizos. No son raros los casos en que soltamos una expresión como esta y nos preguntamos por qué dijimos tal cosa si no pensamos de esa manera. La explicación puede ser que proviene de nuestra cultura y estaba grabada en nuestro inconsciente, pero no habíamos tenido oportunidad de corregir la grabación. Las culturas evolucionan constantemente por obra de los humanos. Cada uno de nosotros corregimos, agregamos o quitamos pensamientos, creencias, hábitos y expectativas de ese acervo cultural que no sabemos dónde se guarda pero lo experimentamos todos los días. Eso sí, mientras más distinto sea nuestro pensamiento del que profesa el grupo, más riesgo corremos de ser considerados tontos o locos. Se dice que cuando todo un grupo está equivocado, el individuo que menciona la verdad es reo de muerte. ¿Un ejemplo? Galileo Galilei, quien prefirió salvar su vida retractándose de su descubrimiento. Sin embargo, de todas maneras logró un cambio en la humanidad, aunque no le haya tocado verlo. Nosotros todos estamos logrando cambios en la humanidad. Ahora, mientras sigamos respirando, es nuestro tiempo. Nada de lo que hagamos o pensemos es inútil o trivial, todo quita o agrega algo a la evolución del género humano. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

martes, 9 de noviembre de 2021

TENEMOS LIBRO NUEVO

Nuestro grupo “Escritores8” se pone feliz cada vez que uno de nosotros publica un libro. Acaba de salir el de Eduardo Castillo con sus peculiares y muy divertidos relatos titulado “Ibargüengoitia, la musa, el Mercedes Benz y la española”. ¡Felicidades, Lalo!<. Me encanta hablar sobre el estilo que utiliza su autor. Puede uno darse una idea de lo que va a encontrar en su lectura con el párrafo que él mismo incluyó en la solapa de los ejemplares. Dice así: >< “Eduardo Castillo escribió su primer libro “La vida es lo que pasa mientras lees cuentos”. Desafortunadamente, este tuvo un tropezón en las ventas, la mayoría de los que lo compraron pidieron el reembolso, incluyendo a algunos de sus amigos, a los que el autor se los había regalado. A pesar de eso, Eduardo escribió otro libro, este que tienes en la mano”. ><. Como el lector puede darse cuenta, Lalo parece no tomar nada en serio y ve el mundo desde ángulos inesperados que ocasionan risa. Recomiendo leer su libro cuando se tienen ganas o necesidad de darse un respiro, aflojar tensiones o escapar de la solemnidad con que a veces se enfrenta la vida, y reír un poco.><. Es muy conocida la expresión de que “es más difícil hacer reír que hacer llorar”. Este libro tiene el mérito de sacar al lector de su mundo de todos los días y meterlo en otro donde las cosas parecen muy distintas, y se da la bienvenida al buen humor.><. El libro consta de siete cuentos o narraciones. En el primero, un escritor es inspirado por una musa y asesorado por el mismo Ibargüengoitia; en el segundo, un alumno está tomando un curso para especializarse en escribir con letra de doctor; luego, un rey celoso que debe hacer un largo viaje a las cruzadas contrata a un diseñador de cinturones de castidad, y siguen otros cuatro cuentos más igualmente enrevesados.><. El grupo “Escritores8” sigue trabajando y publicando. Nos gusta hacerlo. Hay otros libros en el horno y a punto de salir, ya les compartiré nuestras novedades en cuanto estén listas. Por lo pronto, expreso la alegría de ver terminado y publicado este de Lalo Castillo y le deseo de todo corazón que cumpla su cometido de alegrar a muchos lectores que gusten de pasar ratos agradables y entretenidos.><. Muchas felicidades, Lalo Castillo.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 1 de noviembre de 2021

ETIQUETAS Y CAJAS NEGRAS

¿Has oído hablar de que a los humanos nos agrada poner etiquetas? Es decir, nombrar las cosas, eventos y personas, así podemos pensar en ellas. Si digo “mesa”, quien escucha o lee la palabra piensa en una superficie apoyada en varias patas. En la Biblia se habla de que Adán tuvo el encargo de poner nombre a todo lo que existía. Aquello debió ser más simple que ahora, porque existen cosas nombradas muy complejas, como nacionalidad, patriotismo, amor, envidia o pereza. Las nombramos con frecuencia y, con o sin investigación acerca de si el contenido es lo que parece, lo damos por conocido en vista de la etiqueta. >. En ciencias ocurre algo similar cuando un proyecto es complejo; se crean “cajas negras”. Una caja negra es un elemento con nombre (por ejemplo: módulo B) que se estudia desde el punto de vista de las entradas que recibe y las salidas o respuestas que produce, sin tener en cuenta su funcionamiento interno. Por ejemplo: “gravedad” y “consciencia” son cajas negras: se sabe acerca de sus efectos, pero no cómo funcionan. Las cajas negras se utilizan para estudiar un proyecto en partes y sin dividirlo; cada módulo puede ser una caja negra para los demás módulos.><. Tanto las etiquetas como las cajas negras sirven para lo mismo: facilitar el pensar y el hacer, aun si no son garantía de pensamiento óptimo. Hace tiempo que me llaman la atención las siguientes etiquetas, ¿o debería llamarlas “cajas negras”? Baby boomers; Generación X; Millennials o Generación Y; Generación Z. Las fechas que las delimitan varían ligeramente en los distintos artículos y reportes. De cada una de las “generaciones” se sabe qué recibieron y de qué manera responden. ¿Crees que la siguiente descripción sea acertada? ><. Los Baby Boomers (nacidos de 1946 a 1964) son personas que recibieron un mundo empobrecido por la guerra y por lo tanto, en forzosa expansión, o se extinguiría la raza. Otorgan valor al trabajo, la estabilidad y la seguridad. Sus virtudes son: la constancia, la fidelidad y la honestidad. ><. La Generación X, nacidos entre 1965 y 1980. Redondeando las cifras, andan entre los 40 y los 60 años. Recibieron un mundo cada vez más estructurado y empresarial que incluía a ambos sexos entre su personal, vieron multiplicarse la tecnología y les tocó la llegada de Internet. Se supone que son metódicos, aspiran a su desarrollo personal en todos los sentidos, ambicionan mejorar sus condiciones de vida y saben exigir sus derechos. ><. La Generación Y o Millennials: Nacieron entre 1981 y 1997, tienen entre 22 y 39 años. Quieren un trabajo que los haga felices y se adaptan con facilidad al cambio incluso de país, siempre están dispuestos a emprender y volver a comenzar. En su vocabulario no existe el fracaso; es experiencia. ><. La Generación Z, de los nacidos de 1998 en adelante, están recibiendo un mundo tecnológico en vertiginoso desarrollo, no pueden imaginarlo sin teléfonos inteligentes y redes sociales complejas, se identifican a través de una pantalla. Se supone que son... Realmente me sorprendería que alguien se atreviera a profetizar su futuro. ><. Tal vez estés de acuerdo con que los eventos históricos y ambientales influyen en el desarrollo y configuración de los humanos y su personalidad. Lo descrito más arriba suena bastante lógico, pero ¿en verdad son todos así? ¿Las circunstancias en la totalidad del planeta fueron las mismas para todos? ¿Las personas reaccionan ante un mismo estímulo siempre de una manera igual y predecible? ><. En mi opinión, cada ser humano es una “caja negra” con una configuración y funcionamiento específicos. Debe ser estudiado aparte, aunque esté interconectado con toda la humanidad y con su medio ambiente de los que recibe y a los que responde de manera peculiar. ¿Tú qué opinas? ><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 25 de octubre de 2021

HOMBRES MASCULINOS Y MUJERES FEMENINAS

Hasta mediados del siglo pasado (siglo XX), todavía era evidente en nuestro país la existencia de dos culturas ancestrales distintas: la de los hombres y la de las mujeres. Convivían en una estira y afloja constante dentro de la llamada cultura general. Aquí la palabra cultura no se refiere al número de años en la escuela ni cuántos libros se han leído, sino al conjunto de mitos, creencias, hábitos y estrategias compartidos por un grupo para vivir e interpretar la vida. Sus miembros la aprenden en casa, con sus papás, parientes y demás personas del medio donde crecen. Las dos culturas que nos inculcaban desde que éramos bebés utilizaban multitud de detalles en el vestir, hablar, actuar, incitar, premiar, prohibir o castigar y presuponían algunas de las siguientes creencias grupales: Los hombres nacieron para mandar y ser jefes, las mujeres para obedecer y servir. Los hombres son agresivos e impetuosos; las mujeres son dulces y abnegadas. Los hombres son infieles; las mujeres son fieles. Los hombres son de la calle, las mujeres son de su casa. Los hombres se encargan de la política, los negocios, las finanzas, la guerra; las mujeres del hogar, la educación de los hijos y la beneficencia social. Los hombres ganan el dinero, las mujeres lo reciben y utilizan sobre todo en sus hijos. Los hombres tienen necesidades eróticas apremiantes; las mujeres no (excepto las que son malas) y cuando acceden, lo hacen para conservar al varón. Podría mencionar muchos paradigmas más que todos conocemos o hemos oído. Los resultados de tal “educación sexual” saltaban a la vista: no siempre los hombres y las mujeres aceptaban en totalidad estos roles, ni siempre se ajustaban a ellos de buen grado. Desde muy pequeños, niños y niñas mostraban divergencias que debían ser “podadas” y castigadas “para hacerlos al molde”. De adolescentes, vivían verdaderas tormentas junto con sus familias cada vez que se desviaban de su rol. Ya casados, abundaban las quejas de unos y otras porque la pareja no era lo que se esperaba que fuera. A los disidentes se les ponían adjetivos que eran percibidos como ofensas: “marimacho” y “machorra”, o “mariquita” y “mandilón”, y otros más. Quizá alguien cuestione el llamar “educación sexual” a estas costumbres, pero eso era; una formación distinta para cada sexo en la que interpretaba en qué consistía ser hombre masculino y mujer femenina. Sus normas abarcaban la concepción y la generación de nuevas vidas, así como lo que tocaba a uno y a la otra cuando ya se tenían hijos. Me contaron una anécdota que no sé si sucedió en la vida real, de una quinceañera que se sulfuró porque su madre le dijo: “Levántate y calienta tortillas para tu hermano”. “Que las caliente él, no soy su criada”. “Hija, eres mujer, te toca hacerlo”. “¿Nada más porque soy mujer?, a él no se le van a caer las manos por calentar una tortilla”. “Niña, las cosas son así aunque no nos gusten; si quieres casarte, hazte el ánimo”. “Pues no, fíjate, yo no voy a ser la sirvienta de nadie”. “Ay, hija, ya te veré, en esto, o cabestreas o te ahorcas”. Fin de la anécdota. Hoy, esas costumbres parecen diluidas. Ciertamente, aquella cultura no preparaba a los hombres y a las mujeres para que convivieran en amor y armonía consigo mismos y con el sexo opuesto, más bien los azuzaba a una lucha constante de poderes. Los matrimonios bien avenidos eran sumamente raros y cuando se daban, alguno de los dos había entregado al otro su poder calladamente en una sumisión casi total. Nuestra cultura se basaba en el dominio y la sumisión, no en convenios. Cabe la pregunta: ¿La cultura posterior, con la llamada Revolución Sexual, sí prepara a hombres y mujeres a convivir en armonía? “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

miércoles, 20 de octubre de 2021

EL PADRE Y LA MADRE IMAGINARIOS

Papá y mamá viven en cada uno de nosotros. Nuestros cromosomas provienen la mitad de él y la otra mitad de ella. ><. Tú sabes que no necesitaste hacer esfuerzo para obtener una réplica de los ojos de mamá o de papá, de sus manos, dientes, orejas o manera de andar. Esto en lo físico. En lo mental o psicológico sucede lo mismo; eres ellos, y ellos se aman o pelean dentro de ti, a veces gana uno y a veces otro, en tu interior se besan o se separan. Cuando eres muy joven se nota menos, pero a medida que pasan los años te sorprende descubrirlos en el espejo. Los conocidos te dicen: “Cada día te pareces más a tu papá, o a tu mamá” o tú te pillas diciendo una palabra o ejecutando una acción que te vino espontánea y les pertenecía.><. Los papás que están actuando dentro de ti no son tus papás de carne y hueso sino los papás imaginarios que tu mente creó como los captó. Dentro de ese imaginario hay todo un universo; caben tus fantasías acerca del papá y mamá ideales que se ajustarían completamente a tus necesidades y deseos satisfaciéndolos a la perfección y siempre estaban ahí para ti “como debía ser”. También las imágenes de los papás que te decían que no, te prohibían cosas, se enojaban, te castigaban, se iban, tenían otras prioridades. Agrega a esto las imágenes de tus padres trayendo adentro a sus propios padres imaginarios a los que querían complacer (o aborrecer), y que como pareja estaban o no estaban de acuerdo entre sí. Llevas adentro lo que se decían, la manera en que se culpaban y los resultados que observabas en esa relación. Independientemente de cómo fuera la realidad, tú “sabías” quién era el bueno y el malo, cuál era el grande y el más pequeño, el que dominaba y el dominado, el tonto y el listo. Todas estas imágenes actúan dentro de ti buscando manifestarse.><. Ni siquiera de muy niño eras totalmente pasivo, sino que actuabas a la manera de un árbitro que aceptaba o rechazaba lo que veía y oía y que sin darse cuenta comparaba los “hechos” con las “doctrinas”; es decir, lo que hacían con lo que te decían que debías o no debías hacer. Ahora que has crecido, con tienes posibilidad de hacer photoshop en estas imágenes. Te toca y es tu responsabilidad lograr que se modifiquen hasta que puedan convivir en paz dentro de ti; de lo contrario, permanecerías siendo simple reproducción, copia de lo que recibiste y repetición de destinos ajenos. Y ni se te ocurra presumir que todo lo que recibiste fue óptimo, puesto que eres hijo o hija de simples seres humanos que provenían de familias distintas y no siempre podían acertar.><. Ya en otras ocasiones he hablado de hacer las paces con los padres. A estos padres me refiero, a los padres imaginarios que viven en tu mente, que unas veces te ayudan y sostienen pero en otras te meten en conflictos que percibes como insuperables. Puedes recordarlos como crees que eran, sin adornos ni camuflaje, darles una bienvenida a tu ser aunque te sea dolorosa y decirles en tu mente “sí, así es, así soy, y con todo esto me amo” y luego, con respeto y amor, realizar tu photoshop. “Con tu permiso, papá, mamá, esto se va”, “con amor dejo en tus manos tu culpa, mérito, responsabilidad o como se llame y me permito actuar diferente a ti, lo cual no significa que deje de ser tu hijo o hija”. ><. Para muchas personas es casi imposible pensar en amar a papá o mamá con las características que tienen o tuvieron, pero es la única manera de poder amarse uno tal como es aunque no sea perfecto. Esas imágenes que están adentro, vivas y activas, no se van a someter a tu voluntad si no las miras con aceptación, “sí, así es, así fue”. Solo con la mayor benevolencia (buena voluntad) puedes conducirlas suavemente hasta donde deseas. ¿Cuesta mucho trabajo? A veces sí, y vale la pena. ><. Nada vale tanto la pena como lo que cada uno hace a favor de sí mismo, de su propia salud y bienestar. Luego del photoshop puedes decirte: “Me amo más de lo que nadie puede hacerlo”, “honro mi destino, mi vida y mi historia de la mejor manera que puedo”, “nadie vela mejor por mí que yo mismo”, “me amo con todas las imágenes que mis padres imaginarios grabaron en mí”, “hago mi photoshop a mi gusto y entender”, “soy libre”.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 11 de octubre de 2021

LA FELICIDAD, ¿QUÉ ES?

Es muy probable que tú ya tengas tu definición personal de felicidad y también la apreciación de si eres feliz, ¿lo eres? ><. A través de la historia, muchos humanos han dado su opinión acerca de qué es la felicidad, ¿quieres comprobar si alguna de estas definiciones se parece a la tuya? Platón, filósofo, negaba que la felicidad consistiera en el placer. Él la consideraba una virtud; es decir, algo que se consigue ejercitándola.><. También Aristóteles, filósofo, la veía como una virtud y consideraba que los humanos que la practicaban se volvían capaces de bellas acciones.><. Para Nietszche, filósofo, la felicidad era un invento, un camino falaz trazado por aquellos que mienten y que nos es impuesto. ><. Para Schopenhauer, la felicidad es tan sólo relativa y se disfruta con resignación, realizando con buena voluntad lo que se debe hacer. ><. Para Ortega y Gasset la felicidad se configura cuando coinciden “la vida proyectada” y “la vida efectiva”; es decir, cuando lo que deseamos ser coincide con lo que somos en la realidad. ><. Para Slavoj Žižek, sociólogo, filósofo y psicoanalista, la felicidad es un asunto de opinión y no un asunto de verdad. Según él, es un producto del capitalismo que promete la satisfacción eterna a través del consumo.><. Louise L. Hay afirma que la felicidad es sentirse uno bien consigo mismo. ><. En una definición de internet, la felicidad es un estado emocional de bienestar y realización que se genera en una persona cuando alcanza una meta anhelada. Otra de Internet: Felicidad es un momento duradero de satisfacción, donde no hay necesidades que apremien ni sufrimientos que atormenten.><. ¿Las opiniones son bastante distintas, verdad? ¿Alguna definición se acerca a la que elaboraste para ti?><. Considero probable que quien que piensa que la felicidad es una mentira o un asunto de opinión, nunca va a experimentarla; no la reconocería. Para obtener la felicidad se necesita primero creer que existe y es posible y darse permiso para sentirla.><. Otra manera que tampoco es útil para obtenerla es creer que otra persona puede dárnosla, como cuando decimos: “hazme feliz”, “hazme sentir seguro”, “hazme saber quién soy”, “mi felicidad eres tú”. O lo opuesto: “prometo hacerte feliz”, “yo te daré la seguridad que necesitas”, “haré que te sientas pleno o plena”. Es por demás esforzarse uno por colmar los deseos de otra persona y menos aún si esta no se permite ser feliz y nada la sacia. ><. En redes leí que la infelicidad es la enfermedad más extendida del planeta y me pregunté: ¿En serio la mayoría de los humanos somos infelices? Sería muy triste que esto fuera cierto, porque la felicidad nace de adentro. Mientras que uno se siente feliz por tener una buena bicicleta para transportarse y otro con un coche que funcione, habrá quién se sienta desdichado si no posee un Ferrari o al menos un auto más vistoso que el del vecino. ><. Yo deseo creer que hay más personas felices que infelices, que ponen atención a lo bueno y bello que han creado y pueden generar.><. Tú sé feliz, te lo mereces.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 4 de octubre de 2021

NOSOTROS LOS BUENOS

¿Quiénes son los buenos? ¿Por qué hoy sería noticia lo que lleva siglos existiendo? Algunos viejos afirman que todo pasado fue mejor y jóvenes creen que lo mejor está en el futuro, que ellos se encargarán de que así sea. ¿Quiénes están en lo cierto y quiénes se equivocan? Tal vez todos, o ninguno.<. Una señora que rondaba los cincuenta años relataba lo que le sucedió a ella con su mamá. Cuando era apenas una adolescente, tuvo la mala suerte de encontrar en la calle a su papá muy acaramelado con una desconocida. No se dejó ver por él y en cuanto llegó a casa se lo contó a su mamá, quien le dijo: “Hazme el favor de respetar a tu padre. Cállate. Ni una palabra, tampoco a él”. Así pasó. Ella creció, se casó, tuvo a su primera hija y debía guardar cuarentena. La madre le aconsejó: “Cuídate, hija, y si en este tiempo sabes que tu marido llega noche o no llega, cállate, no digas nada por amor a tu familia. Los hombres son distintos a nosotras y necesitan salir”. Así pasó. Años después, debido a un conflicto serio de pareja, esta señora llegó a casa de su madre, quien la escuchó largamente y después le dijo: “Estas son cosas de ustedes dos, no puedo entrometerme porque luego ustedes se contentan entre las sábanas y yo me voy a quedar odiando al Fulano, así que agarra tus cosas y vuelve a tu casa. Tú eres de allá”. ¿Esto es nuevo, o antiguo? ¿Aún sucede o ya se vive de otra manera? ><. Una joven decidió irse a vivir con su novio, los padres se enojaron muchísimo y le decían: “Déjalo, no te conviene, es un sujeto que no quiere compromiso”. A los dos años, los novios decidieron casarse y hubo boda. Los padres respiraron aliviados. Tiempo después, la hija llegó alterada a la casa paterna pidiéndoles quedarse a vivir con ellos, junto con su hija pequeña. “No puedo continuar, él no me respeta y me pinta el cuerno descaradamente”, argumentaba. La madre respondió: “Te lo advertimos y no hiciste caso, ahora atente a las consecuencias; tú lo escogiste, es tu marido. Una de mujer tiene que vivir cosas que no le gustan y no por eso deja todo tirado. Piensa en tu niña, ¿vas a dejarla sin padre? Debes volver y arreglar las cosas”. La hija tomó su maleta y regresó a su casa. ><. En estos relatados, ¿quiénes son los buenos poseedores de la verdad, y quiénes los malos que están en el error? Se dificulta saberlo, ¿verdad? La vida no siempre se sujeta a lo que pensamos que debería suceder y suele meternos por caminos retorcidos que no habíamos previsto. Sin embargo, los humanos gustamos pensar que sí sabemos cómo deben de ser las cosas y es cuando adquirimos una visión de “nosotros somos los buenos y poseemos la verdad; los otros son los malos y están en un error”. ><. Por regla general, “los buenos” suelen ser más fríos y crueles que los “malos”. Debido a su pensamiento blanco y negro, sin matices, condenan, critican, señalan con el dedo y se ubican como víctimas en donde están siendo victimarios. Decía un señor que corrió de la casa a su hija adolescente embarazada: “Canija muchacha, traicionó nuestra confianza y trajo la vergüenza a nuestra familia”. En ningún momento se le oyó decir: “¿Dónde estará? ¿Tendrá qué comer y dónde dormir? ¿Necesitará algo?”. ><. Podemos sentirnos “los buenos poseedores de la verdad” en muchas ocasiones; cada vez que nos encontramos con personas que piensan distinto, actúan distinto, luchan por ideales distintos, comparten distinto color, raza, ubicación geográfica, modos de gobierno u organizaciones familiares diferentes a las que acostumbramos. Si nos sentimos “los buenos”, buscamos extinguir a los “malos” o por lo menos, obligarlos a que piensen como nosotros. Nos volvemos autoritarios.><. Quienes en lugar de sentirse “los buenos” se perciben como simples seres humanos dentro de la vida, aprendiendo lo impredecible constantemente por ensayo y error, tienen mayor oportunidad de convivir con las diferencias y lograr la paz interior. ¿Qué tan interesante es poseer paz en el alma? ><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 27 de septiembre de 2021

SOMOS LIBRES

En psicoterapia se aprende cómo vivir cada día más plenamente la libertad. Jean Paul Sartre, filósofo francés, escribió “estamos condenados a ser libres”. Esto significa que siempre estamos eligiendo incluso si no queremos reconocerlo y que, por ínfima que sea, toda decisión tiene consecuencias. Algo tan simple como elegir una comida o el color de un vestido nos afecta a nosotros y a alguien o algo más; a lo mejor se venden más tacos que pizzas o más vestidos verdes que azules.><. Libertad es la facultad del ser humano para elegir actuar de una manera o de otra o no actuar, y ser responsable de sus actos. ><. ¿Por qué “facultad del humano”? En la libertad es indispensable la consciencia de sí mismo. Hasta donde sabemos, el ser humano es el único que posee dicha consciencia y puede ser responsable de sus actos. Un bebé de meses o una persona en coma no tienen consciencia de sí mismos; por lo tanto, no se les puede adjudicar la responsabilidad de sus actos. Tampoco los animales pueden ser responsables.><. Alguien podría argumentar que los animales sí parecen tener consciencia de sí mismos, puesto que muestran sentimientos e incluso remordimiento. Cuando regañamos a nuestro perro él agacha la cabeza y mete su cola entre las patas. Cierto. Y que también eligen al subir, bajar, correr o estarse quietos. Así es; pero no son responsables. Si nuestro perro destruye la maceta del vecino, no podemos cobrarle el daño al perro; será el dueño quien se haga responsable. La libertad está íntimamente ligada a la responsabilidad.><. Por ser libres podemos y necesitamos tener propiedad privada. Sin propiedad privada no hay libertad. Cada uno somos amos y señores de nuestro cuerpo físico y de lo que le agregamos (comida, vestido, medicamentos, etc.), lo que asimilamos (conocimientos, habilidades, creencias, etc.) y lo que generamos con nuestro esfuerzo (un invento, el fruto de nuestro trabajo, sueldos, ganancias, etc.). Nadie puede hacer uso de nuestro cuerpo sin nuestro consentimiento. Tampoco de nuestras cosas. Eso es lo justo. Sin propiedad no hay libertad. Si otra persona se adueñara de mí y me obligara a hacer lo que ella quisiera, como en el caso de la esclavitud, estaría atentando contra mi libertad. Y si yo le otorgara el poder para hacerlo (porque me convenciera de que soy esclava o de alguna manera me creo con la obligación de someterme), yo seguiría siendo libre porque no puedo dejar de serlo, pero mi decisión inhibiría mi capacidad para ejercer plenamente dicha libertad.><. Los individuos somos libres, puesto que podemos elegir imperfecciones, lo bueno y lo malo. Si estuviéramos obligados a elegir siempre lo bueno o impedidos para elegir lo malo, no seríamos libres sino máquinas programadas, como lo es un robot. Somos tan libres que podemos elegir nuestra propia esclavitud, lo cual no implica que hayamos perdido la facultad irrenunciable de ser libres.><. Cada ser humano libre es responsable; o sea que responde por su cuerpo y sus propiedades. Tiene el encargo de cuidar ambas cosas: su cuerpo (con su salud y bienestar) y sus cosas (lo que necesita para cuidar de lo anterior). Un humano (a excepción de cuando es niño y no puede ser enteramente libre, puesto que no puede hacerse cabalmente responsable), un humano adulto libre no vive esperanzado a que otro se haga cargo de él y de lo suyo. Sí puede pedir ayuda pero no esperará que se la proporcionen gratis, debe corresponder con algo equivalente. De aquí surge la división del trabajo: yo hago unos zapatos que a ti te sirven y tú siembras los alimentos o confeccionas la ropa que yo necesito. Los seres humanos libres podemos hacer convenios e intercambiar bienes y servicios.><. Lo anterior se opone frontalmente a la opinión cada vez más en boga de que “los humanos somos algoritmos que actuamos automáticamente”. Sin embargo, por su libertad, el ser humano puede elegir creer que sí lo somos y que la libertad no existe. ><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 20 de septiembre de 2021

POR QUÉ ALGUNAS PERSONAS NO VAN A PSICOTERAPIA

Hace unas décadas, la disculpa más socorrida para no asistir a psicoterapia era: “¡Oye, no estoy loco!”, pero el pensamiento social ha cambiado y aquel estigma desapareció. Ahora estamos conscientes de que la sociedad en la que nacimos está enferma de muchas maneras: odio, inseguridad, violencia, deshonestidad, contradicciones, etc. Sin embargo, de todas maneras exige que nos sometamos a una serie de paradigmas que durante siglos han dado malos resultados: gente infeliz, odiándose, saboteándose, con relaciones humanas o intrafamiliares que conducen a la desdicha, dominio y sometimiento de unos humanos sobre otros...>< Desde la segunda mitad del siglo pasado, las técnicas y recursos de psicoterapia han ido teniendo avances impresionantes. Tomar psicoterapia es como asistir de nuevo a la escuela, pero con otro método. No se trata de uno ubicarse como alumno de un maestro que sabe más, sino de experimentarse adulto conversando con otro adulto al que pide: “Pon a mi servicio tus ojos, tus oídos, tu atención y las técnicas que conoces para que juntos estudiemos de qué manera puedo sentirme mejor”. Ambos se embarcarán en la aventura de explorar las necesidades, hábitos, ideologías y programaciones del que paga hasta encontrar una nueva estrategia que le parezca adecuada. <. A pesar de que el servicio de psicoterapia existe y la mayoría de las personas saben que tienen aspectos de su vida que podrían (o que incluso les urge) mejorar y la psicoterapia les sería de utilidad, no la solicitan por motivos muy diversos. “Iré un día de estos, en cuanto pueda”, “no me queda tiempo”, “No hay dinero”, “qué flojera”, “dicen que es complicada y uno se siente más angustiado”, “no sé con quién ir”, “los psicólogos y psiquiatras están más locos que uno”, “mi pareja (mi padre o mi madre o alguien más) no quiere que yo cuente nuestros secretos”, y podríamos continuar. Es parecido a las personas que no consultan al médico o al dentista hasta que tienen una emergencia y entonces sí, el tiempo y el dinero salen de donde no los había, la angustia y la complicación se multiplican y a veces ya es demasiado tarde.<. También sucede que personas asisten a psicoterapia y no la toman. Es decir, no llegan con la intención de investigar sino de dar órdenes o exigir que las cosas sucedan como creen que deberían ser, parecido a lo que refería una enfermera de un centro de salud oficial: “Traen niños con diarrea y los padres exigen suero intravenoso y una inyección de antibiótico. Les recetamos suero oral y no se lo dan a beber, mejor acuden con otro médico o enfermera que sí les administre lo que piden, aunque el niño no lo necesite e incluso pueda hacerle daño y le provoque resistencia a los antibióticos”. En psicoterapia también sucede. A veces, al cliente le parece que no ha habido suficiente dramatismo en las sesiones, o que estas deberían haber comenzado con “cuénteme toda su infancia”, quizás el cambio prescrito le parece ínfimo o ridículo y no está dispuesto a probarlo, o el terapeuta no da señales de aliarse en contra de las personas que el consultante considera culpables de su malestar, y concluye hasta con gusto: “No sirve. Adiós”. <. Otras veces, se juzga la calidad de un servicio por su costo monetario. Una sesión de psicoterapia o el tratamiento completo suelen costar varias veces menos que, por ejemplo, una cirugía. Una sesión de Constelaciones Familiares requiere poco dinero y tiempo (una hora aproximadamente) y esto hace que surja la pregunta “¿de veras sirven?”. Hay quienes prefieren pagar el viaje a Houston y desembolsar honorarios en dólares “para cerciorarse” de que reciben un buen servicio. OK, have a good trip. <. Muchos otros pretextos podríamos haber descrito, pero es obvio que el tiempo y el dinero mejor invertidos son aquellos que se dedican a la propia salud y felicidad.<. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 13 de septiembre de 2021

DE MI LIBRO “LOS SECRETOS HACEN RUIDO”

Quiero comentar acerca de mi libro “Los secretos hacen ruido” que a muchas personas les ha gustado, no a todas. De él he recibido más retroalimentación que de otros y esta ha sido muy variada, desde las que lo consideran creíble y oportuno hasta quienes califican el tema como escandaloso, escabroso y discutible. Casi todas me han dicho que es demasiado fuerte y les da trabajo asimilarlo. Citando palabras específicas: “qué acertado”, “muy ágil y fácil de leer”, “demasiado antiguo”, “con ideas retrógradas”, “heteronormativo”. Esta última palabra significa que considera a la heterosexualidad como la norma, lo cual ha llamado mi atención debido a que está inspirado en una sociedad como la nuestra, leonesa. He observado que las opiniones dependen mucho del sitio donde radican los lectores.><. Primero, agradezco a las personas que lo han leído, sea cual fuere la opinión que les haya dejado su lectura. Luego, respondo a algunas preguntas que me han sido formuladas.>< El tema que he querido expresar es, como en todos mis libros, el de la libertad personal que permite a cada uno estar de acuerdo consigo mismo, u ocultarse. En esta historia, la confrontación de dicha libertad con las normas y expectativas sociales que premian determinadas conductas y reprueban otras. Presento a una familia que aparentemente se somete a las normas al grado de ser considerada ejemplar, pero en secreto necesita transgredirlas para sobrevivir y hacer lo que necesita. Obviamente, en algún punto debe darse una distorsión de la realidad. Y también en algún punto, la tendencia hacia la salud y la honestidad, que siempre hace lo suyo, amenaza al secreto.>< La homosexualidad en la familia es el argumento utilizado para presentar las distintas opiniones y expectativas que se involucran: la costumbre, las estructuras políticas, la ciencia y la religión. Es un recurso que simboliza las situaciones en las cuales una persona no está disponible para cumplir las expectativas que sobre ella se tienen, toma su propio camino y se ve expuesta a las consecuencias.><. También quise presentar el uso del silencio tanto como como fuente de confusión como un recurso de libertad. Por un lado, con quiénes se necesita decir toda la verdad, y por otro, con quiénes conviene reservársela. Una pregunta es: ¿se tiene derecho a callar?, ¿cuándo?, ¿dónde? Y la opuesta: ¿Se tiene derecho a expresarse?, ¿cuándo?, ¿dónde?><. Los lectores que están familiarizados con mis escritos posiblemente han notado que, en mi visión, las personas queremos pertenecer a nuestros grupos y, para ello, muchas veces negamos u ocultamos impulsos, sentimientos y necesidades a fin de ser aceptadas. Pero también queremos ser lo que somos, nosotras mismas, personas con libertad de crecer y expresarnos de acuerdo con nuestra propia medida. A veces, ambas motivaciones chocan entre sí. En nuestro cuerpo y en nuestra vida se da la disyuntiva milenaria de qué cosa es más importante, el bien común o el bienestar individual. También habrán notado que considero al bienestar individual como fuente imprescindible del bienestar social.><. Nuevamente agradezco a los lectores que compraron y terminaron la lectura de mi libro, deseo que siga vendiéndose y también seguir recibiendo su valiosa retroalimentación. Por último me permito tomar y repetir una expresión de Pedro Vargas, un cantante mexicano de otra época: “Muy agradecida, muy agradecida y muy agradecida”.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

martes, 7 de septiembre de 2021

SEXO Y GÉNERO

Entre estos dos términos, sexo y género, se ha estado dando una confusión tremenda que resulta problemática para algunas personas. Son muy distintos entre sí, aunque se relacionan.><. Sexo: Todo mundo sabe que cuando nace un bebé se examinan sus genitales para comprobar su sexo. “Es niño” quiere decir que tiene sexo masculino y “es niña”, sexo femenino. Eso es sexo. No se elige. Lo da la naturaleza. Con la edad, ocasionará diferencias importantes entre los individuos de uno u otro sexo.><. Si bien la palabra “sexo” ha adquirido otros significados, como en las expresiones “tuvimos sexo” o “está obsesionado con el sexo” que se refieren a las relaciones sexuales, en este artículo me referiré solo la realidad biológica, orgánica, de animales y plantas, que los hace machos o hembras. ><. Género, en cambio, además de otros significados que no examinaremos, abarca los géneros gramaticales que son masculino y femenino, y también al conjunto de costumbres, rituales, comportamientos, obligaciones, sentimientos, actitudes y prerrogativas que una cultura adjudica a los hombres y a las mujeres por su sexo”. ><. Los géneros gramaticales pertenecen al idioma. En el nuestro se aplican tanto a individuos de sexo femenino y masculino como a cosas y conceptos que no poseen sexo. ¿Sabemos por qué decimos la rosa, y no el roso?, ¿la luna y no el luno?, ¿el automóvil y no la automóvila? Son costumbres cuyo origen no siempre podemos identificar. >< Entremos al significado más controvertido de género, el cultural. Se cuestiona si las diferentes culturas tienen derecho de imponer costumbres, rituales, comportamientos, obligaciones, sentimientos, actitudes y prerrogativas distintas a los hombres y a las mujeres por su sexo. Con o sin derecho, sabemos que lo hacen y discutirlo rebasa el propósito de este artículo. No es lo mismo nacer hombre o mujer hoy que en la Edad Media. Tampoco es igual en Asia, África, Europa, América u Oceanía. En cada tiempo y lugar se tienen conceptos muy distintos acerca de qué cosas son apropiadas para ser buenas mujeres o buenos hombres. Quizá la confusión se deba a que a esta normativa se le ha llamado “sexo asignado”, en lugar de “género asignado”, expresión esta última que no se usa. ><. Tal vez por llamarle así, sexo asignado, algunas personas tienen la impresión de que lo biológico no debería importar y podría suprimirse, o que está supeditado a si la persona lo acepta o lo rechaza, y no es así. Independientemente de la actitud y la voluntad personales, el sexo está ahí y existe.><. Deseo que sea una fake new y no una realidad la noticia que circuló en redes acerca de que en algunos lugares se está promoviendo omitir en las actas de nacimiento la anotación de “sexo femenino” o “sexo masculino” del recién nacido. Mi opinión es que la inconformidad de algunas personas acerca de cómo se va a educar al niño o a la niña no justifica que se ignore la información biológica de su cuerpo; el sexo biológico es importante y objetivo. Lo que después se le atribuya es otro cantar. Con el sexo se nace; el género se aprende.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

martes, 24 de agosto de 2021

EL CONTROVERSIAL PERDÓN A LOS PADRES

La relación más cercana y expuesta a conflictos es la de cada uno de nosotros con nuestros papás. No teníamos en absoluto manera de protegernos ante ellos, sobre todo cuando éramos pequeños. Tomaron la estafeta del estilo de relación con sus propios padres para pasárnosla a nosotros, sus hijos, que la pasaríamos a los nuestros, que la pasarán a los suyos...>< Una estafeta va de mano en mano. Cada corredor le imprime su propio ritmo y puede ser que la doble, la sude, la rompa o se niegue a entregarla. Es frecuente que un hijo o hija piense: “Yo nunca lo haré lo mismo” y con toda seguridad va a introducir modificaciones en lo que recibió, porque es una persona libre y pensante; pero... >< Las características de la estafeta familiar que suelen sobrevivir de generación en generación son aquellas insoportables de las que es difícil hablar. Después de décadas, aún despiertan poderosos sentimientos de asco y rechazo en el hijo o hija: recuerdos de violencia, desamor, ausencia, abandono, acoso, incesto, y la lista sigue. Es triste y tal vez trágico crecer uno dañado, pero como dije al principio, nos era imposible protegernos de nuestros padres.>< Ningún hijo ha tenido unos padres perfectos; todos descendemos de humanos falibles que, por lo tanto, cometieron errores de todos tamaños: leves, grandes o gravísimos. Lo hicieron con buena intención o abiertamente con saña. Esa es la estafeta que a cada hijo nos toca en suerte. >< Para el hijo o hija, es difícil hacerse el ánimo y aceptar que sus padres no eran la excepción. El dolor, los resentimientos, el desencanto, la vergüenza ajena y el deseo de que las cosas hubieran sido distintas les siguen atormentando durante décadas y a veces hasta la muerte. >< El perdón consciente a los propios padres libera de la tortura interior que pueden ocasionar los recuerdos. >< En la técnica de Constelaciones Familiares no se habla de perdón. Ahí se trata de sacar a la luz dónde y cómo se obstruyó el amor de manera que no pudo llegar a donde se le necesitaba y honrar (no perdonar) el destino de los padres porque, según esta teoría, el que perdona toma el sitio del juez bueno y compasivo que absuelve al malo. En Constelaciones Familiares no se juzga a nadie, solo se observan hechos y resultados.>< Como sea, el honrar o perdonar puede otorgarse por amor a uno mismo o por egoísmo, para estar bien. “Padre, madre, dejo en ti la responsabilidad de tus decisiones y quedo libre de ellas y de ti; me niego a seguir pagando por tus culpas”. Después de pronunciada esta frase, podemos cerciorarnos de si fue auténtica y sincera agregando: “Te perdono”, o “Dejo que todo esto se vaya de mi vida”. Si no podemos pronunciar de corazón esta segunda parte, significa que decidimos seguir sufriendo por lo que ya sufrimos a causa de lo vivido con nuestros padres. >< Algunas personas creen que el perdón consiste en visitar a los papás en Navidad, hacerles un regalo en su cumpleaños o ayudarlos cuando tienen necesidad. No es así. Estas acciones amables y quizá de buena voluntad se pueden realizar con el corazón lleno de ira. También con un corazón vaciado de resentimientos y rellenado con amor. O no hacerse nunca. El contenido del corazón solo puede saberlo el propio dueño.>< Lo importante es que podemos hacer cambios a la estafeta durante el tiempo está en nuestras manos. De hecho, se los hacemos; basta con observar cómo la humanidad se transforma y evoluciona de generación en generación a través de la suma de acciones de los individuos, potenciada al volverse grupal. ¿Cómo imaginamos que sería la humanidad futura si todos los que hoy respiramos decidiéramos perdonar u honrar a nuestros padres (con sus errores) y sentirnos libres de actuar distinto a como lo hicieron ellos? ¿Y cómo serían las familias si todos lográramos desprendernos de los traumas y sinsabores que sufrimos de niños? >< A veces, para un día poder honrar o perdonar, sirve comenzar diciendo o pensando: “Estoy dispuesto(a) a encontrar la manera de hacerlo”. Tarde o temprano sucede. >< “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 16 de agosto de 2021

MI HIJA INTENTÓ SUICIDARSE

Este artículo va dedicado a una madre cuya hija muestra poco interés por conservar la vida que ella le comunicó. Su “pequeña” ha intentado suicidarse.><. Un suicidio (o un intento de quitarse la vida) afecta a toda la familia con demasiado dolor, miedo, coraje, impotencia, vergüenza ajena y muchos otros sentimientos. Es común que el cariño que sentimos por ese ser amado nos empuje a creer que si hacemos algo extraordinario podremos obligarlo a que cambie sus decisiones y desviar su trayectoria. No es así. Cada persona es inviolable en lo que decide. Sin embargo, hay posibilidades de ayudarla.><. Ahora tu hija está en manos de los médicos. Eso es ayuda, ellos son expertos. Pero no es la única ayuda que existe. Te recomiendo además hacer una Constelación Familiar de este evento y que tomes psicoterapia, pues considero importante que tanto tú como tu familia mantengan la serenidad. Alguien trastornado o confundido difícilmente puede intervenir de manera acertada. ><. Intentaré explicar estas recomendaciones con una analogía no muy exacta: para que un automóvil siga reluciente y funcional, a veces utiliza los servicios de un mecánico del motor, de uno del sistema eléctrico, del hojalatero, del tapicero, del vulcanizador, del lavacoches... Cada uno de ellos desempeña una labor distinta, aunque todos cuiden del mismo auto. Igual sucede con los profesionales de la salud: tienen distintos enfoques y métodos para ayudar. Un médico conoce y cura el cuerpo. Un médico psiquiatra cura las enfermedades de la mente a través del cuerpo y de medicamentos que han demostrado ser útiles. Un psicoterapeuta cura la mente acomodando y reinterpretando las experiencias vividas desde la concepción hasta la fecha. Un facilitador de Constelaciones Familiares (que no es psicoterapeuta) cura integrando y dando el lugar que les corresponde a los miembros y eventos del sistema familiar; es decir, de los padres, abuelos, bisabuelos, tíos, hermanos, etc.><. En mi opinión es mejor hacer primero la Constelación Familiar. Se trata de una sesión única de duración aproximada de una hora. Vas a observar con mucha atención lo que allí sucede. Suele suceder que los impulsos excesivamente poderosos que una persona experimenta como insuperables, provengan de eventos familiares traumáticos ya pasados que siguen teniendo influencia en el presente. Estos se traen a la luz y se acomodan en el sujeto y época en que sucedieron.><. Mi segunda recomendación es que tomes psicoterapia. Una Constelación Familiar no sustituye a la psicoterapia, pues se enfoca sobre todo a los hechos antiguos de ancestros que incluso pueden ya estar muertos pero cuyas experiencias siguen afectando a la familia; en cambio, la psicoterapia se enfoca en la adquisición de habilidades para solucionar problemas, hacer frente a la vida y lograr el bienestar.><. En un principio, la psicoterapia te servirá para que hables de la acumulación de sentimientos que tienes; posteriormente es un apoyo para procesarlos. Los psicoterapeutas cuentan con técnicas y recursos adecuados para ello.><. Más arriba dije que este artículo está dedicado a ti. Yo quisiera consolarte y no puedo. Nadie puede. Me estoy limitando a dejarte estas recomendaciones que son primero para ti, ya llegará el momento en que sean útiles también para tu hija. Por favor acepta que necesitas cuidarte y luchar por tu bienestar. Sé que por ahora te parece imposible pero es absolutamente necesario. Deseo que todo se te acomode en el orden perfecto.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 9 de agosto de 2021

MESSI EN TRANSICIÓN

Este artículo es un homenaje a Leonel Messi, personaje mundialmente conocido por su manera de jugar futbol que en estos días se retiró de su Club Barcelona. ><. Messi llenaba los estadios, mantenía a la multitud pendiente de lo que él hacía con el balón, la ponía a gritar de júbilo en una ovación inmensa cada vez que metía gol, ¡toda una catarsis! No solo una buena sesión de psicoterapia mejora la salud mental, también un ritual colectivo de participación y entrega como los que suelen darse en los estadios, teatros, cines, conciertos, desfiles, procesiones y otros eventos multitudinarios. Gritar o cantar al unísono, hacer la hola, bailar o cualquier forma de expresión personal y asimilación con otros humanos consuela el alma y la hace sentir feliz.><. En los momentos en que Messi metía un gol, por supuesto que nadie del público presente o televisivo pensaba en problemas, hipotecas, pleitos familiares o del trabajo, amenazas políticas y nada apremiante. El alma y las neuronas gozaban de un respiro, de un alto a las tensiones y las contracturas, de una inundación de serotonina y demás hormonas de la dicha. Para mí, Messi merece un homenaje de gratitud de todos cuantos hemos sido tocados por su carrera, en cuanto que contribuyó para que aflojáramos tensiones y temporalmente dejáramos de sentirnos terriblemente importantes. Todo minuto arrancado a la angustia y la preocupación es ganancia pura.><. Messi no puede tener idea de a cuántas personas alegró, motivó o sacó momentáneamente de un atasco. En la rueda de prensa de su despedida lloró y dijo: “Al Barcelona llegué muy chiquito, de trece años, y ahora, después de veintiuno, me voy con mujer y tres hijos catalanes argentinos. Mi intención fue quedarme, ahora debo buscar mi camino”. Alguien le preguntó si estaba viviendo uno de los momentos más difíciles de su vida y respondió que sí.><. Creo que a partir de cierta edad, todos los humanos hemos vivido experiencias similares en las que un ciclo termina y otro comienza, donde se entremezclan el orgullo de lo realizado, la tristeza de las despedidas y la esperanza de lo que vendrá. Cierto que el futuro nunca podemos saberlo y lo que se necesita es permanecer abiertos para lo que sigue, y respecto a lo que ya pasó, agradecer lo sucedido, alegrarnos de lo bonito y lo feo que haya traído consigo y decir desde el fondo del corazón. “¡Está terminado, completo, gracias!”. Se requiere de un gran temple para poder decirlo, dejar ir lo que ya pasó, mirarlo desde la mejor perspectiva y asimilar la sabiduría que deja toda experiencia.><. Por lindos y gloriosos que pudieran ser unos recuerdos, son incapaces de darnos la felicidad en el presente, porque la felicidad es “un pan de cada día” recién hecho y fresco que pierde sabor si no es actual. La felicidad de hoy no está compuesta de glorias y aciertos del pasado que nos satisfacen tanto como una relación que fue y ya no está; es encantador recordarlas, son capaces de regenerar sentimientos que pertenecen a otra época, sugieren lo que somos capaces de lograr, pero duelen si no se renuevan en el presente con cosas que consideremos dignas de nosotros mismos.><. Cierro este artículo expresando mi admiración por todos los personajes públicos que han entregado sus vidas a la misión de servir y aliviar a las masas de alguna manera, llámense Messi (el homenajeado de hoy), los Beatles, Madonna, Michael Jackson, Freddie Mercury, los Iglesias, los Fernández, Julio Jaramillo, Maná, Tin Tán y los Valdés y pararé de contar porque la lista sería interminable. Los humanos gustamos de la diversión y de participar con otros en eventos multitudinarios. Estos personajes nos brindan o brindaron oportunidades de hacerlo.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

martes, 3 de agosto de 2021

POR QUÉ ODIAMOS EQUIVOCARNOS

En teoría admitimos que todos cometemos errores; en la práctica, cuando cometemos alguno, sufrimos demasiado y solemos buscar excusas, culpables o villanos que nos hayan obligado a hacer lo que hicimos. Es difícil hacer frente a un error y decir “me equivoqué”, “estaba en un error”, “lo siento”. Se requiere una fuerza enorme y un gran carácter.><. Odiamos equivocarnos. Lo odiamos porque en nuestra absurda fantasía quisiéramos ya ser perfectos, grandes, desarrollados, plenos, terminados; lo cual, si pudiera ser real, sería demasiado triste. No habría posibilidad de aprender. ><. Los errores son necesarios pero no nos gustan; sin embargo, empujan al mejoramiento. No así lo perfecto. Lo perfecto es falso porque no ofrece ventajas para crecer. Está terminado en el sentido que decimos “estoy acabado”. En lo “perfecto” la imaginación no cuenta, está encerrada, encadenada, inmóvil. No hay cambio ni progreso.><. Si odio equivocarme, la frase: “Yo soy arquitecto de mi propio destino” suena atractiva. También pavorosa. Si odio equivocarme va a ser aterrador para mí pensar que todo cuanto me pasa y lo que vivo es el resultado de mis propias elecciones. “Colaboro al desastre de mi familia con mis palabras y hechos”. “Estoy fracasando en mi negocio porque no estoy sabiendo conducirlo, o elegí mal el objetivo”. “Con este grupo de ‘amigos’ caigo en vicios y no me animo a dejarlos”. Tantas cosas más podríamos citar donde la persona se siente espantosamente mal y atrapada. En tal situación, experimentarse como el arquitecto del propio destino puede acobardar; salvo si la persona está consciente de que los errores sirven para el mejoramiento.><. No somos los únicos arquitectos de nuestro destino. Nos guste aceptarlo o no, construimos sobre lo que ya habían construido quienes vinieron antes. Nacimos en una sociedad que sin duda está enferma. Así la recibimos. Muchas generaciones previas han cometido millones y millones de errores que la dañaron y ahora es violenta, invasiva, corrupta, engañosa, insegura, dominante y cruel. Del mismo modo, esas generaciones previas han hecho maravillas que ahora disfrutamos, como la electricidad, el agua potable a domicilio, la Internet y tantos avances tecnológicos que facilitan la vida. Igual han desarrollado ideas o filosofías que nos permiten ser más respetuosos unos de los otros de lo que eran nuestros ancestros cavernícolas.><. La parte nuestra que permanece inconsciente pertenece al destino que NO construimos sino que nos fue dado. Es repetición de lo que otros hicieron antes. Solo podremos transformarlo desarrollando la consciencia; es decir, dándonos cuenta. Sin dicha consciencia, viviremos forzosamente lo recibido, así creamos que nos toca o que no nos toca. ><. Durante el lapso que transcurre entre el nacimiento y la muerte, podemos hacer maravillas a favor de nuestra sociedad. También ocasionar grande destrucción. ¡Dios, que se nos amplíe la consciencia a todos los seres humanos!><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

martes, 27 de julio de 2021

EL PODER DE LA IMAGINACIÓN

Imaginación es la capacidad de formarnos imágenes mentales de lo que ocurre en el exterior. Por ejemplo, si vas por una carretera, el cerebro está percibiendo constantemente; es decir, recabando información de lo que los ojos ven, los oídos oyen, la nariz huele, la piel siente (y si vas comiendo algo, también de lo que la boca gusta), así como de los sentidos propioceptores que le informan las posturas de las diversas las partes del organismo. Con esas informaciones integra una imagen mental, la actualiza y en ella se apoya para emitir la respuesta adecuada en cada milisegundo. Mientras más apegada a la realidad sea una imagen mental, con mayor seguridad nos guiará.><. La imaginación guía. >>. Igual ocurre en cualquier otra situación; nos formamos imágenes de todo: la casa, la comida, la ropa, el día, la noche, otras personas, conceptos abstractos, situaciones actuales y del pasado... A veces, incluso podemos imaginar cuál será el próximo movimiento que harán y que no depende de nuestra voluntad. La imaginación anticipa.><. La imaginación también abarca la capacidad de “jugar” con sus propias imágenes, modificarlas, asociarlas entre sí y formar con ellas un mundo que no siempre existe afuera de la mente. Es lo que hacen los artistas. Por ejemplo, es poco probable que Picasso haya conocido a personas tan deformes y torcidas como las que pintó; las sacó de su imaginación. ><. La imaginación crea cosas que no existen más que en la mente.><. El niño que llora asustado porque vio a un monstruo escondido en su cuarto no miente, está describiendo una imagen de su imaginación, creada por él con diversos fragmentos y anticipaciones. Tampoco el enfermo paranoide miente cuando afirma que tiene enemigos que lo persiguen; en su imaginación son verdaderos.><. Para cada uno de nosotros, nuestras imágenes mentales son verdaderas y nos guían, incluidas las que no son copias fieles de la realidad. De hecho, como nos es imposible captar la realidad completa, tenemos que atenernos a la porción que tenemos acceso, más lo que le agregamos. De esa porción, podemos elegir a qué darle mayor importancia para que nos guíe. Por ejemplo, ahora los medios y las redes sociales nos asustan mucho. Podemos ponerlas en el centro de nuestra atención o desviar esta hacia otras cosas, quizá a la salud actual que disfrutamos, los métodos para fortalecer el sistema inmunitario o las maneras como podemos anticiparnos para tener una vida más dichosa.><. La imaginación tiene mucho qué ver con que la persona se sienta feliz o desdichada. ><. Recuerdo el impacto que ocasionó a un físico químico el regalo que le hizo un alumno. Él exigía exactitud en sus clases mediante una obsesiva precisión en las medidas. “Para evitar el error”, decía. Creía en la objetividad. El regalo que recibió era una especie de visor en cuyo interior se veían los asientos ordenados de un autobús, y la silueta de un muñequito en posición de sentado que se deslizaba hacia atrás y adelante hasta detenerse en algún asiento. La sorpresa de ese maestro consistió en que cada persona veía al muñequito sentarse en un asiento distinto. ¿En dónde quedaba la precisión? ¿Y la objetividad? Le costó muchísimo admitir que cada persona veía algo diferente con el mismo estímulo.><. Con nosotros sucede igual. Todo está en la mente. Nuestra imaginación de continuo está formando imágenes que reflejan la realidad pero no son reales; nosotros les agregamos características y las teñimos -de colores, monocromáticas o negras- según nuestros hábitos y creencias acerca de qué es mejor para permanecer a salvo. Felicidades a las personas que en este mundo tan difícil han encontrado la manera de crear imágenes que las acerquen a la felicidad.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 12 de julio de 2021

POR QUÉ LOS HIJOS ADOPTIVOS SE ENOJAN CUANDO SE ENTERAN DE QUE LO SON

“¿Por qué me han mentido toda mi vida?”, suelen preguntar ante la revelación de su origen. Están sufriendo una crisis vital de identidad. ><. Todas las personas creamos un sólido mundo mental en el que nos apoyamos. Sabemos, sin necesidad de decirlo o pensarlo conscientemente, lo siguiente: yo soy tal persona, hombre o mujer; mi papá es así y mi mamá asá; tengo (o no tengo) hermanos; nací en tal parte, mi idioma es tal, mis creencias son tales y mis amigos y conocidos son tal y tal; se espera que cuando yo crezca me comporte de tal y tal manera. ><. Este mundo mental nuestro nos da identidad. Desde él nos relacionamos como lo hacemos. Luego, en cualquier edad, si algo de ese mundo tiene cambios de importancia, sufrimos lo que se llama “crisis vital”.><. Al primer impacto en una crisis vital, las personas tendemos a desechar la totalidad del mundo que habíamos construido en la mente, sin distinguir entre lo que es nuevo y lo que sigue igual que antes, y sirve. Solemos actuar como si TODO en nuestro mundo hubiera sido destruido. Por esto el hijo adoptivo suele decir, recién se entera de su origen, “no son mis padres, era mentira. Todo es mentira, ni ellos me quieren ni yo los quiero”. Está expresando su miedo de no ser amado. Un miedo infundado porque, sin que sea posible generalizar, muchos hijos adoptivos suelen tener mejores relaciones con sus padres que algunos hijos biológicos.><. Algunos padres adoptivos ocultan a sus hijos el hecho de que ellos no los engendraron en sus cuerpos, sino que los eligieron. Este es un secreto importante. ¿Por qué lo ocultan? Generalmente, para proteger al hijo o hija adoptivos de la sensación de no pertenecer. Intuyen lo importante que es para cada ser humano saber a dónde pertenece. También, muy en el fondo, dudan de la reacción del hijo y de la propia y de ambos tener la fuerza suficiente para contemplar la verdad. Este tipo de secretos suele salir a la luz algún día, y entonces, el hijo o hija se sienten traicionados. ><. Para quien no está implicado en la situación es evidente que todos exageran. Olvidan que debió haber sido muy grande el deseo en esos padres para que buscaran al niño o niña y le cuidaran como si fuera su sangre. Quizá también olvidan que la mutua compañía es una bendición para todos y tienen una familia, aunque no compartan ADN. Es difícil aconsejar a los padres adoptivos acerca de la edad óptima para revelar el secreto al hijo; las opiniones difieren mucho entre sí. Lo que parece acertado en todas las ocasiones es mantener fija la mirada en el amor que dan y reciben, amor que va a superar cualquier crisis. ><. Los padres no deben tener miedo si el hijo o hija insiste en conocer quiénes son sus padres biológicos y relacionarse con ellos; los ha idealizado e imagina una gran felicidad en el reencuentro. También les tiene un resentimiento atroz. En este proceso el hijo necesita más que nunca el apoyo de sus padres adoptivos que son quienes lo conocen, lo han acompañado por años y le han entregado lo mejor de sí mismos. ><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 5 de julio de 2021

PENSAR POR SÍ MISMO Y CUESTIONAR

Las ideologías tienen suma importancia en la manera en que vivimos. Las necesitamos. No importa si son correctas o equivocadas, ni si tienden a la vida o a la muerte, de todas maneras influyen en nuestras creencias, manera de ver el mundo y, finalmente, en nuestra conducta. ><. Generalmente, las ideologías son “heredadas” en cuanto que las recibimos de la familia, escuela o medio ambiente a temprana edad, con palabras y acciones. Por ejemplo: mamá persigna al niño antes de que se duerma o le reza al angelito de la guarda, y para el niño va a ser natural creer en una ayuda superior. En casa o en otras partes se critica (o se alaba) a determinados grupos, el niño piensa que son malos (o buenos). ><. Las ideologías pueden abarcar campos muy diversos, como la manera de relacionarnos con nuestros semejantes, con el mundo, con Dios, con el dinero, con la tecnología, con las autoridades, con otras ideologías, con el sexo opuesto, etc., y cambian con los tiempos; lo que en una época es bien visto en otra se considera reprobable, y viceversa. Las ideologías suelen ser la base de nuestro código moral; según las tengamos, vamos a pensar que lo que hacemos es bueno o es malo.><. Un hombre llamado Bernal Díaz del Castillo, que vivió por el año mil quinientos y algo, escribió el libro “La verdadera historia de la conquista de la Nueva España”. Obviamente, tenía la ideología de su tiempo. Era una época en que se admiraban las conquistas. Él narró con orgullo lo que hacían aquí los conquistadores a nombre de Carlos V: ganaban batallas, tomaban como botín todo lo que encontraban de oro, ropa, alimentos y prisioneros, le apartaban un quinto al rey, herraban como esclavos a indígenas con la letra “G” de guerra y se llevaban a mujeres y jóvenes de ambos sexos para su servicio. ><. Lo anterior, leído con la ideología de hoy, parece la historia de unos asaltantes desalmados actuando dentro de un crimen organizado que respaldaba el rey. Para Díaz del Castillo, él era un héroe. En sus textos lamentaba no haber recibido la justa fama y recompensa por sus méritos luego de haber “servido a Dios y a su Majestad con peligro de su vida”. Nótese que creía estar sirviendo a Dios. Afirmaba que los nombres de él y los demás soldados deberían estar escritos con letras de oro como grandes conquistadores. En otras palabras, su ideología lo absolvía y ensalzaba.><. Nosotros, en el Siglo XXI, también tenemos ideologías y en base a ellas juzgamos la moralidad de nuestras acciones. En los siglos venideros también las tendrán. Por lo general, sentimos que nosotros (y los que piensan como nosotros) estamos en lo correcto; los demás, están equivocados. Muchas de las veces en que creemos haber actuado bien, solo estábamos confirmando la ideología que nos heredaron nuestra familia y cultura; y cuando pensamos que hicimos mal, estamos contrariándola. Contrariar la ideología que nos inculcaron hace que sintamos culpa.><. Otro ejemplo, de este siglo: Hace poco salió la noticia de que en Chiapas se venden niñas para matrimonios infantiles o para prostituirlas. De acuerdo con nuestra ideología, eso es horrible; pero visto con ojos de la ideología del lugar, es lo más natural y los padres tienen derecho a hacerlo. Pregunta: si uno se siente bien obedeciendo la ideología que le inculcaron, y mal desobedeciéndola, ¿quiere decir que estos padres, madres, hijas y compradores se perciben como inocentes en su transacción? ¿Deberían seguir obedeciendo esa costumbre para no sentirse culpables?><. Dejo a los lectores estas preguntas: ¿Una ideología debe de ser conservada por el hecho de tener siglos de existencia dentro de un grupo? ¿Está mal o bien que yo cuestione la ideología que me inculcaron? ><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 28 de junio de 2021

ELEGIR UNO POR SÍ MISMO

Todos necesitamos un proyecto de vida, pues nuestro inconsciente trabaja con metas. Estas pueden ser grandes y abarcar varios años de la vida, como cuidar y sustentar a una familia; o tan aparentemente pequeñas como un bebé lograr sentarse solo, llevar la cuchara a la boca o saltar en un solo pie. Son metas, y todas pasan por las mismas etapas: Primero, nos proponemos lograrlas; luego, las logramos; después, pasan a formar parte de nuestras habilidades personales.><. Una meta formulada por nosotros mismos suele alegrarnos y enorgullecernos, por difícil que sea. En cambio, una meta inculcada, que otros la formularon y nos imponen la obligación de alcanzarla, no siempre nos alegra ni siempre encontramos motivación suficiente para cumplirla. Caemos en desánimo. Pongamos un ejemplo: unos niños jugando.><. Los niños juegan sin esfuerzo, es decir, en espontánea exploración del universo, como expresión de su interioridad, en actividades realizadas porque sí, por hacerlas, por placer. Pero imaginemos que llega el profesor de deportes o un adulto que los obliga a cambiar de juego; entonces, este se convierte en una tarea: anotar más canastas, jonrones, goles, etc. Deja de ser exclusivamente juego para convertirse en deporte; es decir, un campo organizado de adquisición y demostración de habilidades, con árbitro y reglas... Puede volverse un tormento, salvo para quien lo practique por jugar. ><. No es fácil discernir si una meta es nuestra o inculcada; sin embargo, si la meta te gusta y eres capaz de hacer grandes esfuerzos para lograrla, entonces la has hecho tuya. Por ejemplo, lograr un título universitario, convertirte en madre o en padre, comenzar tu propio negocio o correr un maratón. Todas son difíciles, imponen incomodidades y requieren de sacrificios. Si amas una meta será como si la hubieras elegido; lo que amas lo haces tuyo en el sentido de que forma parte de ti.><. A veces uno no se da cuenta de que está luchando por algo que no quiere, como cuando soñamos que tenemos que tomar un tren, pasar un puente, escalar una montaña o alguna tarea que no sabemos quién dio la orden ni por qué motivo debemos hacerlo. Incluso nos angustiamos, sudamos, o despertamos frustrados porque no pudimos completar el sueño. Ya despiertos, a veces tardamos rato en comprender que sólo se trataba de imágenes de la fantasía, nada real, y que no tiene importancia que no hayamos tomado el tren o pasado el puente. Sin embargo, algo en nosotros nos dice que sí la tiene... ><. Este tipo de sueños suelen representar objetivos inculcados que estamos empeñados en lograr, y cuyo fracaso nos haría sentir angustiados. Aquí la palabra importante es “inculcados”; es decir, ajenos. El sueño quiere decir que estás haciendo algo que no es tuyo.>< Resulta obvia la diferencia entre elegir uno sus propias metas y ponerles corazón, o dejar que otros nos digan lo que tenemos que hacer. Para las personas que son adoradoras del deber, esta diferenciación puede parecerles casi una blasfemia. Y aquí lo dejo, con la esperanza de que algún lector se pregunte a sí mismo: “Esto que hago, ¿soy yo quien lo quiere?”.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 21 de junio de 2021

CÓMO SANAR LA RELACIÓN CON PAPÁ

Todos los humanos tenemos un padre y una madre. De ellos venimos. Somos 50% él y 50% ella. Con el tiempo y las experiencias vividas, en ocasiones llega a desagradarnos que sean nuestro origen e incluso creemos que hemos roto con ellos, lo cual es imposible: están vivos en nuestro interior. La consecuencia es lógica: si rechazamos a uno o a la otra estaremos rechazando sendas porciones de nosotros mismos, lo cual sería terrible; nadie puede amarnos tanto como nos amemos a nosotros mismos, somos la medida máxima del amor que podemos recibir, y dar.><. ¿Por qué habría de interesarnos sanar la relación con papá? Porque una buena imagen mental de él en nuestro interior nos genera fuerza, confianza, manejo adecuado de los límites, poder personal y éxito en lo que nos proponemos. En cambio, una imagen pobre, rechazada o conflictiva nos obstaculiza en esos mismos campos. Y si eres mujer, tu imagen mental de papá determina cómo será tu relación con los hombres y lo masculino. ¿Tan exagerado así? Hay que tomar en cuenta que los primeros años de la infancia son decisivos y lo que tomamos entonces no estaba sujeto a la lógica, sino a la emoción, y permanece en un nivel que no es consciente.><. Cuando crecemos, podemos ver con mucha mayor claridad cómo era realmente papá. Sanar la relación con él de ninguna manera significa decir “tan bueno que era” aunque no haya sido cierto, sino decidir amarlo y liberarlo de nuestro juicio por el único hecho de que su esperma colaboró en darnos la vida. Es decir, por amor a nosotros mismos, para conseguir amarnos tal como somos a pesar de nuestros defectos y fracasos.><. Un padre presente con amor en el propio corazón (perdonado, redimido y libre de nuestros veredictos) nos lleva a tomar una profesión y a tener actividades sociales, conocer el mundo, viajar, cambiar de mentalidad, recibir y aceptar el reconocimiento social, tener independencia. Un padre ausente ocasiona depresión, ansiedad, adicciones, desórdenes alimenticios, rebeldía y relaciones dependientes.><. Vale más sanar la imagen de papá y mantenerlo presente en nuestra vida con amor.><. Tomando a tu papá tal como es no estarás engañándote. Sabes. Aceptas. Perdonas. Amas porque tu decisión es amar. Por lo tanto, consigues mayor claridad mental, pones límites, tomas decisiones, te pones en paz contigo, puedes emprender negocios y afrontar tus objetivos. En otras palabras, avanzas hacia la adultez en la que eres tú (no tus experiencias pasadas) quien determina qué tipo de vida quieres vivir y cuáles sentimientos experimentar. Asumes tu poder.><. Sanar la imagen de papá no significa (tampoco lo excluye) que lo buscarás, lo llenarás de besos y le dirás: “eres perfecto para mí”. Esta frase la dirás en tu interior, a sabiendas de que lo perfecto es lo que es, aquello con lo que cuentas y te toca transformar. Estamos hablando de tu imagen mental de papá y de los sentimientos que quieres dedicarle. Con “eres perfecto para mí” estarás renunciando a pretender educarlo o pedirle que cambie por amor a ti. Respetarás su vida y decisiones por pésimas que pudieran parecerte para dejar la responsabilidad en las manos que corresponde; es decir, en las suyas, porque él vivió como pudo o supo. ><. Quizá quieras completar tu ejercicio diciéndole en tu mente: “Querido papá, ahora quedas libre de mis exigencias y yo de las tuyas. Tú vives como eliges y yo también. Puedo amarte a pesar de todas las cosas”.><. Si haces lo anterior, de repente descubrirás que también a ti puedes amarte a pesar de todas las cosas: éxitos, fracasos, aciertos, errores, actos de los que sientes orgullo y actos de los que te avergüenzas. Todo queda sanado con el amor incondicional que te darás por el hecho de ser quien eres, de existir.><. Agradezco la colaboración de mi amiga y compañera de trabajo Adry Podio por su investigación y el material que me envió.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

miércoles, 16 de junio de 2021

¿Por qué el día del padre es menos festejado que el día de la madre?

Nuestro siglo XXI parece impregnado de una lucha contra la “androcracia” y el “patriarcado” que, por cercanía gramatical, posiblemente alcanza a quitar brillo a la figura paterna. ><. Cada siglo pone y quita conceptos y requisitos de lo que se considera adecuado acerca de cómo deben ser los hombres y cómo las mujeres. Ser padre o madre cae dentro de este cúmulo de normas no escritas que se pasan de generación en generación. Una novela, serie o película ubicada en los años veinte del siglo pasado, mostrará enormes diferencias con otra de los años veinte de este siglo, en cuanto a lo que se considera correcto y deseable en maneras de vestir, costumbres y expectativas de hombres y mujeres. ><. Los paradigmas culturales tienen gran importancia sobre las mentes, los sentimientos y las expectativas de las personas. Son profecías que se cumplen a sí mismas. Moldes. Instrucciones, mandatos y prohibiciones que no siempre toman en cuenta a la naturaleza y, a veces, incluso van contra ella. En nuestro siglo, parece ir tomando forma el paradigma de que el padre no es necesario y, a lo más, es una figura de seguridad y confort.><. Lo terrible de los paradigmas es que la gente los cree y los practica. Si un adolescente, hombre o mujer, se convence de que el padre es poco relevante en la crianza del hijo, así lo vivirá. Si es hombre, posiblemente abandone parcial o totalmente al hijo. Si es mujer, vivirá esperando el momento en que el padre se vaya y los deje solos. Quizá convenza al hijo de que no necesitan al papá, dando cumplimiento al paradigma y eternizándolo. ><. En alguna parte leí la narración de una madre y su hijo pequeño que contemplaban una fotografía de ella embarazada. El niño preguntó: “Tú eres mi mamá porque me cargaste en tu panza, pero mi papá ¿por qué es mi papá?”. La señora respondió: “Antes de tú estar en mi cuerpo, estuviste en el cuerpo de papá”. “¿Dónde?, ¿en qué parte?”, insistió en preguntar el pequeño. “En los testículos”. El niño se sobresaltó, puso la mano sobre los suyos y exclamó: “¿Tengo bebés aquí dentro?”, y la madre: “Todavía no, eres un niño, antes deberás crecer hasta ser capaz de cuidar a un hijo”.><. Recuerdo que me gustó aquella lectura y dudé de que en nuestro medio se repitiera a menudo algo parecido; recibimos un bagaje cultural en el que se diluye la importancia del padre, también parece que heredamos de nuestros ancestros la tendencia a ver con ojos de sospecha el acto sexual, restarle importancia a la fecundación, incluso desvirtuarla, llenarla de vergüenza y darle interpretaciones poco favorables: “que no lo sepan los niños”, “es puro instinto”, “eso no basta para convertir a alguien en padre o en madre”, “la mujer es la única que tiene derecho a opinar sobre su embarazo”, “los hombres no sienten el mismo amor por los hijos” y muchas otras que oímos por ahí.><. Desde esta columna quiero dar testimonio de que el padre es mucho muy importante en casa y para los hijos. Que el abandono de la familia por parte del papá se experimenta como un dolor muy grande. Que un hijo siempre tiene derecho de saber quiénes son su padre y su madre biológicos, y si los tiene adoptivos, el día del padre es una fecha adecuada para agradecer a quienes se tomaron el encargo de cuidar de él.><. A todos los hombres que han tenido al menos un hijo, ¡muchas felicidades en el próximo día del padre!><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 24 de mayo de 2021

POR QUÉ UN FAMILIAR O UN AMIGO NO PUEDEN DAR PSICOTERAPIA

Mucha gente pone en duda que los problemas psicológicos puedan solucionarse hablando. Imaginan que tomar psicoterapia es similar a tener una charla de café y haría el mismo efecto platicar con un psicoterapeuta que con un amigo, o con el cantinero. No es así. Cierto que muchas conversaciones son tan sinceras que dejan en el alma una sanadora sensación de paz, pero la psicoterapia es algo más. Distinto.><. Lo sanador en una charla amistosa generalmente consiste en que el interlocutor escucha y acepta al hablante tal como es, sin juzgarlo ni menospreciarlo, sea cual fuere el tema, y responde con empatía. Quizá le dé algún consejo o se limite a escuchar, pero esa aceptación incondicional y amorosa es un bálsamo que siempre hace bien. Esto, la aceptación incondicional y amorosa que no juzga ni condena, es requisito inicial para todo buen psicoterapeuta. Ha necesitado años de entrenamiento para dejar a un lado sus propios pensamientos y prejuicios a fin de preparar sus oídos a escuchar lo que sea, lo cual en sí ya es mucho pero apenas requisito inicial para una buena psicoterapia.><. Einstein solía decir que ningún problema se resuelve en el mismo nivel en el que se presenta y la solución debe buscarse en otro nivel superior. En psicoterapia, a este nivel superior lo llamamos “meta-comunicación”. Consiste en fijar la atención en qué es lo que se comunica y cómo se comunica. Es decir, que el psicoterapeuta necesita permanecer en un estado constante de alerta para descubrir pistas de patrones repetitivos en la comunicación de su cliente, a fin de ayudarlo a poner atención en ellos, generalmente con preguntas que parecen simples, como “¿qué significa esto para ti?”, “¿cuál es la sensación cuando...?”, “¿te sucede a menudo que...?”.><. Un amigo no puede dar psicoterapia porque cuida de no herir los sentimientos del amigo, de no perder su amistad. Un psicoterapeuta necesita tener la fortaleza suficiente para soportar que en ocasiones a su cliente le duelan sus preguntas o se enfurezca con él o ella, le atribuya intenciones que no tiene, se sienta con derecho de juzgarlo(a) incompetente y poco serio(a), y a pesar de las “trampas” que el cliente utilice porque está acostumbrado a utilizarlas en sus demás relaciones, no reaccionar a ellas y mantener fija la atención de ambos en la dinámica de lo que está ocurriendo; es decir, en la “trampa” con la que el cliente se sabotea a sí mismo o a sus interacciones con los demás. No es algo fácil, y la aceptación incondicional y amorosa que no juzga ni condena debe continuar presente, por mucho que el cliente se obstinara en conservar aquello que le daña. Un familiar no puede dar psicoterapia porque proviene del mismo árbol genealógico; es decir, que psicoterapeuta y cliente compartirían “cegueras” y “no dichos” de la familia a la cual deben lealtad. En otras palabras, son como el pez que vive en el océano y no lo ve de tanto verlo ni lo siente de tanto sentirlo. Las lealtades a la propia familia suelen ser muy poderosas y existe una tácita prohibición de romperlas. Dichas lealtades por un lado constituyen fuertes columnas de sostén de la propia identidad, y también pueden ser generadoras de dificultades y desórdenes mentales. En ocasiones necesitan ser rotas o modificadas, cuando impiden que la persona fluya, o la aprisionan. Es altamente probable que un “familiar psicoterapeuta” salve su propio punto ciego, y si no lo hace, que se sienta desleal y traicionero con su clan. Esto lo incapacita para mantener una buena meta-comunicación. Un psicoterapeuta no puede convertirse en amigo o familiar de su cliente. Podría darse el caso de que las conversaciones hayan sido tan profundas y eficaces que el cliente experimente sentimientos positivos con la sola presencia del psicoterapeuta, y entonces tiente a este con la propuesta de convertirse en amigos, novios o amantes. En el momento en que esto sucediera, la psicoterapia habría llegado a su fin o, dicho con mayor exactitud, caído en una trampa. Un psicoterapeuta no puede, aun si quisiera, suplir con verdad a un amigo o a un miembro ausente de la familia de su cliente. Es un engaño, una fantasía de las que suele presentar la mente para aferrarse a un hábito dañino o un paradigma equivocado. Acaba de pasar el día del psicólogo. Muchos psicólogos son psicoterapeutas. Felicidades a todos y gracias por su trabajo, calladamente siembran semillas de un mundo mejor. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 10 de mayo de 2021

MAMÁ ES ÚNICA. Con motivo del día de la madre

Cada uno de nosotros puede decir “mi mamá es única porque me gestó a mí. Gracias mamá”. Si bien todas las personas del planeta hemos nacido de una madre y diariamente hay nacimientos, no por eso es menos asombroso que el cuerpo de cada uno de nosotros haya estado entretejiéndose, fabricándose, dentro del cuerpo de mamá. Ese cuerpo que ella nos dio sigue siendo el pasaporte para permanecer en el planeta. Si deja de funcionar, nos marchamos. ><. Mi mamá es única. La madre de cada persona es única. Si a través de ella (y de papá, por supuesto) recibí la vida, para mí eso la hace totalmente distinta a cualquier otra criatura del planeta. No es que la considere perfecta. Tampoco puedo exigirle que lo sea; me dio lo que era capaz de darme. ¿Me parece mucho, poco o insuficiente? Lo que me parezca es opinión y valoración mía; ella ya tenía una historia antes de que yo naciera.><. ¿Cómo estaba mamá cuando llegamos para anidar en ella y pedirle que nos diera todo cuanto necesitábamos? Quizá en su mejor momento, o tal vez no. Cada uno de nosotros, los que estamos vivos y respirando, podemos festejar esta historia en la que ella nos gestó y dio a luz y comenzamos nuestro camino. Hoy es el día de honrarla a ella y honrarme yo, los protagonistas de esta relación. ><. Las relaciones más complicadas en el planeta son entre los hijos y sus padres. También las de mayor influencia, riqueza y contenido, porque no hay otras que hayan sido más cercanas. La cercanía implica roce y conocimiento mutuos. ¿Y que la mayor desgracia es la pérdida temprana de la madre? También son desgracias una pérdida tardía y una parcial. A la madre se le pierde cuando muere o cuando el hijo no puede tomarla tal como es, ¡y vaya que tomarla es difícil, mirándola tan de cerca! Son muy visibles sus numerosos defectos y cualidades. El día de las madres es la fiesta de una relación que cambia día con día, en transformación continua.><. Hoy quiero felicitar a las madres que lograron dar a luz al menos a un hijo, ya sea que lo hayan podido conservar o no. También a las madres cuya maternidad es oculta porque el ser que vino a anidar en ellas se marchó demasiado pronto, sin llegar a nacer. Y a las madres que no pudieron llevar un hijo en su vientre pero recibieron a hijos de otras personas en su corazón. Y quiero felicitar a los hijos que disfrutan de saber que tienen viva a su madre y a los que ya no la ven con los ojos del cuerpo pero sí con los del espíritu. También a los hijos que no han dejado de esforzarse por lograr una estupenda relación con su progenitora. Para todos, ¡feliz día de las madres!<. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 3 de mayo de 2021

LOS SECRETOS HACEN RUIDO. Gracias a quienes me apoyan

En días pasados hice la presentación de mi último libro “Los secretos hacen ruido”, acerca de una familia que era considerada “perfecta” por cumplir con los estándares sociales y que, para lograr dicha imagen, debía guardar varios secretos que se van descubriendo durante la trama y ocasionan situaciones dramáticas. Muchas personas me han mostrado su apoyo y aquí deseo agradecerlo. Gracias.><. Todo libro es la descripción del punto de vista de quien lo escribe, su visión de la vida. Proviene de su experiencia. El mérito del escritor consiste sacar las ideas de la mente y ponerlas con palabras. ><. En la actualidad, la mayoría de nosotros somos escritores, ¿quién no ha expresado su pensamiento por escrito a través de su teléfono móvil? También somos publicistas; volvemos virales los mensajes que nos gustan, los que nos parecen geniales y aquellos de los que nos queremos burlar, para que otro humano los lea y conozca nuestra visión.><. Como la de todo escritor, nuestra visión es parcial; los humanos estamos prisioneros en el tiempo y el espacio y solo en muy contados momentos los transcendemos. En algunas publicaciones la visión es pesimista; presentan una naturaleza humana retorcida, victimaria, generadora de dolor. Otras la presentan invencible, resistente, como flor que emerge de la desolación. Están las que perciben al humano como el enemigo más cruel del planeta o al revés, como el salvador del mismo. Describimos lo que alcanzamos a ver.><. Generalmente, nos gustan los libros y las publicaciones en red que coinciden con nuestra manera de pensar y nos identificamos con las ideas que exponen, pero al mismo tiempo nos agrada que nos reten a explorar pensamientos distintos y situaciones nuevas que nunca hemos vivido o que incluso no deseamos vivir, pero despiertan nuestra curiosidad; queremos saber en qué terminan, cómo se resuelven y si tienen solución. Cuando la experiencia del autor es demasiado disímil a la nuestra, rechazamos el libro.><. Yo espero que mi libro sea bien aceptado y que los lectores disfruten su lectura. Confío en ello porque está inspirado en una sociedad como la nuestra, con sus adelantos y atrasos, sus logros y retos. Gracias de antemano a quienes lo compren. Pueden encontrarlo en Clínica Pascua, San Sebastián 408, la Martinica; en Librería Minerva, 20 de Enero 332, centro; En FCE, Farallón 416, Jardines del Moral; en la librería Porrúa. Pronto estará en más librerías. En línea se puede adquirir en rmporrua y amazon. Gracias por adquirirlo.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 26 de abril de 2021

SIN NOVEDAD

Hay temporadas en que la vida parece correr como río en remanso: quieta, igual, tranquila. Uno se reúne con amigos o parientes y preguntan: ¿Cómo estás? Y la respuesta es: “Sin novedad”. ¿Eso es bueno o malo? Significa que nadie cercano ha muerto ni tenido un accidente o enfermado de gravedad, tampoco lo despidieron ni renunció a su empleo, la familia no ha reñido y ninguno de sus miembros está dolido o enojado, toda la casa está en pie sin derrumbamientos ni goteras, funcionan correctamente la tubería y las instalaciones eléctricas...><. El “sin novedad” es excelente, pero...>>. Los humanos necesitamos cambios, retos, emociones. Para algunas personas, el “sin novedad” significa aburrimiento. No todo el mundo sabe disfrutar de esas temporadas tranquilas que son propicias para crear e inventar cosas nuevas, muchos comienzan a inquietarse y a dudar del sentido de sus vidas. “Todo siempre igual”, “odio la rutina”, “no sé qué estoy haciendo aquí ni para qué sirvo”, piensan. Y entonces, para bien o para mal, se desencadena la creatividad.><. La creatividad inventa cosas que no existen, a partir de los contenidos que posee la mente. Digamos que una persona está acostumbrada a vivir en un ambiente parecido al agua hirviendo; siempre en movimiento, con luchas constantes y a borbotones. Si nadie ni ella pelean por algo, le parece que están muertos o dormidos, e interviene la creatividad. Para sentirse viva, escudriña su vida y encuentra imperfecciones contra las cuales acometer. Tal vez comience una nueva etapa de espiritualidad para deshacerse de un defecto, o a lo mejor inventa una amenaza contra la cual protegerse y “descubre a los enemigos” que le están procurando daño: la traición de un amigo o un amante, un fraude, un asalto, un cambio político... Entonces, ¡con todo y contra ellos! Adiós tranquilidad.><. Para otras personas, esos momentos de calma sirven para re-analizar la propia vida y trayectoria, las creencias, las expectativas, los campos de acción mediante los cuales se puede contribuir a la creación de un mundo mejor... y, sin abandonar la propia paz, formulan un plan de acción nuevo y emocionante. Es creatividad porque el plan o la nueva idea filosófica no existían, han sido dados a luz en un ambiente de armonía. Algo bueno ha de recibir la humanidad de esos momentos de “sin novedad” que permitieron emerger cualidades y recursos ya existentes pero recién descubiertos o valorados. ><. La humanidad está compuesta de seres humanos, todos creativos, que en sus propias vidas generan amor o guerra, solidaridad o dominio sobre los demás. Y los resultados sociales no son la suma de las acciones aisladas, sino la multiplicación geométrica que otorga la sinergia del grupo.><. Saber vivir en paz es un arte. En realidad, jamás tendremos un momento desprovisto de amenazas; tan solo el covid y millones de otras enfermedades pueden atacar y quitarnos la vida y la salud. E igual las relaciones; hoy están pero mañana pueden haberse complicado o roto. Conservar la serenidad interior a pesar de que así es la vida, fuerte pero frágil, propensa a continuar y también a apagarse y a cambiar, requiere un cuidado especial de los pensamientos y acciones que permitimos rijan nuestra existencia. Ese cuidado amoroso nos preserva y nos proporciona la felicidad de estar cada minuto en compañía de la persona más importante y querida del mundo: nosotros mismos.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com