martes, 24 de agosto de 2021

EL CONTROVERSIAL PERDÓN A LOS PADRES

La relación más cercana y expuesta a conflictos es la de cada uno de nosotros con nuestros papás. No teníamos en absoluto manera de protegernos ante ellos, sobre todo cuando éramos pequeños. Tomaron la estafeta del estilo de relación con sus propios padres para pasárnosla a nosotros, sus hijos, que la pasaríamos a los nuestros, que la pasarán a los suyos...>< Una estafeta va de mano en mano. Cada corredor le imprime su propio ritmo y puede ser que la doble, la sude, la rompa o se niegue a entregarla. Es frecuente que un hijo o hija piense: “Yo nunca lo haré lo mismo” y con toda seguridad va a introducir modificaciones en lo que recibió, porque es una persona libre y pensante; pero... >< Las características de la estafeta familiar que suelen sobrevivir de generación en generación son aquellas insoportables de las que es difícil hablar. Después de décadas, aún despiertan poderosos sentimientos de asco y rechazo en el hijo o hija: recuerdos de violencia, desamor, ausencia, abandono, acoso, incesto, y la lista sigue. Es triste y tal vez trágico crecer uno dañado, pero como dije al principio, nos era imposible protegernos de nuestros padres.>< Ningún hijo ha tenido unos padres perfectos; todos descendemos de humanos falibles que, por lo tanto, cometieron errores de todos tamaños: leves, grandes o gravísimos. Lo hicieron con buena intención o abiertamente con saña. Esa es la estafeta que a cada hijo nos toca en suerte. >< Para el hijo o hija, es difícil hacerse el ánimo y aceptar que sus padres no eran la excepción. El dolor, los resentimientos, el desencanto, la vergüenza ajena y el deseo de que las cosas hubieran sido distintas les siguen atormentando durante décadas y a veces hasta la muerte. >< El perdón consciente a los propios padres libera de la tortura interior que pueden ocasionar los recuerdos. >< En la técnica de Constelaciones Familiares no se habla de perdón. Ahí se trata de sacar a la luz dónde y cómo se obstruyó el amor de manera que no pudo llegar a donde se le necesitaba y honrar (no perdonar) el destino de los padres porque, según esta teoría, el que perdona toma el sitio del juez bueno y compasivo que absuelve al malo. En Constelaciones Familiares no se juzga a nadie, solo se observan hechos y resultados.>< Como sea, el honrar o perdonar puede otorgarse por amor a uno mismo o por egoísmo, para estar bien. “Padre, madre, dejo en ti la responsabilidad de tus decisiones y quedo libre de ellas y de ti; me niego a seguir pagando por tus culpas”. Después de pronunciada esta frase, podemos cerciorarnos de si fue auténtica y sincera agregando: “Te perdono”, o “Dejo que todo esto se vaya de mi vida”. Si no podemos pronunciar de corazón esta segunda parte, significa que decidimos seguir sufriendo por lo que ya sufrimos a causa de lo vivido con nuestros padres. >< Algunas personas creen que el perdón consiste en visitar a los papás en Navidad, hacerles un regalo en su cumpleaños o ayudarlos cuando tienen necesidad. No es así. Estas acciones amables y quizá de buena voluntad se pueden realizar con el corazón lleno de ira. También con un corazón vaciado de resentimientos y rellenado con amor. O no hacerse nunca. El contenido del corazón solo puede saberlo el propio dueño.>< Lo importante es que podemos hacer cambios a la estafeta durante el tiempo está en nuestras manos. De hecho, se los hacemos; basta con observar cómo la humanidad se transforma y evoluciona de generación en generación a través de la suma de acciones de los individuos, potenciada al volverse grupal. ¿Cómo imaginamos que sería la humanidad futura si todos los que hoy respiramos decidiéramos perdonar u honrar a nuestros padres (con sus errores) y sentirnos libres de actuar distinto a como lo hicieron ellos? ¿Y cómo serían las familias si todos lográramos desprendernos de los traumas y sinsabores que sufrimos de niños? >< A veces, para un día poder honrar o perdonar, sirve comenzar diciendo o pensando: “Estoy dispuesto(a) a encontrar la manera de hacerlo”. Tarde o temprano sucede. >< “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 16 de agosto de 2021

MI HIJA INTENTÓ SUICIDARSE

Este artículo va dedicado a una madre cuya hija muestra poco interés por conservar la vida que ella le comunicó. Su “pequeña” ha intentado suicidarse.><. Un suicidio (o un intento de quitarse la vida) afecta a toda la familia con demasiado dolor, miedo, coraje, impotencia, vergüenza ajena y muchos otros sentimientos. Es común que el cariño que sentimos por ese ser amado nos empuje a creer que si hacemos algo extraordinario podremos obligarlo a que cambie sus decisiones y desviar su trayectoria. No es así. Cada persona es inviolable en lo que decide. Sin embargo, hay posibilidades de ayudarla.><. Ahora tu hija está en manos de los médicos. Eso es ayuda, ellos son expertos. Pero no es la única ayuda que existe. Te recomiendo además hacer una Constelación Familiar de este evento y que tomes psicoterapia, pues considero importante que tanto tú como tu familia mantengan la serenidad. Alguien trastornado o confundido difícilmente puede intervenir de manera acertada. ><. Intentaré explicar estas recomendaciones con una analogía no muy exacta: para que un automóvil siga reluciente y funcional, a veces utiliza los servicios de un mecánico del motor, de uno del sistema eléctrico, del hojalatero, del tapicero, del vulcanizador, del lavacoches... Cada uno de ellos desempeña una labor distinta, aunque todos cuiden del mismo auto. Igual sucede con los profesionales de la salud: tienen distintos enfoques y métodos para ayudar. Un médico conoce y cura el cuerpo. Un médico psiquiatra cura las enfermedades de la mente a través del cuerpo y de medicamentos que han demostrado ser útiles. Un psicoterapeuta cura la mente acomodando y reinterpretando las experiencias vividas desde la concepción hasta la fecha. Un facilitador de Constelaciones Familiares (que no es psicoterapeuta) cura integrando y dando el lugar que les corresponde a los miembros y eventos del sistema familiar; es decir, de los padres, abuelos, bisabuelos, tíos, hermanos, etc.><. En mi opinión es mejor hacer primero la Constelación Familiar. Se trata de una sesión única de duración aproximada de una hora. Vas a observar con mucha atención lo que allí sucede. Suele suceder que los impulsos excesivamente poderosos que una persona experimenta como insuperables, provengan de eventos familiares traumáticos ya pasados que siguen teniendo influencia en el presente. Estos se traen a la luz y se acomodan en el sujeto y época en que sucedieron.><. Mi segunda recomendación es que tomes psicoterapia. Una Constelación Familiar no sustituye a la psicoterapia, pues se enfoca sobre todo a los hechos antiguos de ancestros que incluso pueden ya estar muertos pero cuyas experiencias siguen afectando a la familia; en cambio, la psicoterapia se enfoca en la adquisición de habilidades para solucionar problemas, hacer frente a la vida y lograr el bienestar.><. En un principio, la psicoterapia te servirá para que hables de la acumulación de sentimientos que tienes; posteriormente es un apoyo para procesarlos. Los psicoterapeutas cuentan con técnicas y recursos adecuados para ello.><. Más arriba dije que este artículo está dedicado a ti. Yo quisiera consolarte y no puedo. Nadie puede. Me estoy limitando a dejarte estas recomendaciones que son primero para ti, ya llegará el momento en que sean útiles también para tu hija. Por favor acepta que necesitas cuidarte y luchar por tu bienestar. Sé que por ahora te parece imposible pero es absolutamente necesario. Deseo que todo se te acomode en el orden perfecto.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

lunes, 9 de agosto de 2021

MESSI EN TRANSICIÓN

Este artículo es un homenaje a Leonel Messi, personaje mundialmente conocido por su manera de jugar futbol que en estos días se retiró de su Club Barcelona. ><. Messi llenaba los estadios, mantenía a la multitud pendiente de lo que él hacía con el balón, la ponía a gritar de júbilo en una ovación inmensa cada vez que metía gol, ¡toda una catarsis! No solo una buena sesión de psicoterapia mejora la salud mental, también un ritual colectivo de participación y entrega como los que suelen darse en los estadios, teatros, cines, conciertos, desfiles, procesiones y otros eventos multitudinarios. Gritar o cantar al unísono, hacer la hola, bailar o cualquier forma de expresión personal y asimilación con otros humanos consuela el alma y la hace sentir feliz.><. En los momentos en que Messi metía un gol, por supuesto que nadie del público presente o televisivo pensaba en problemas, hipotecas, pleitos familiares o del trabajo, amenazas políticas y nada apremiante. El alma y las neuronas gozaban de un respiro, de un alto a las tensiones y las contracturas, de una inundación de serotonina y demás hormonas de la dicha. Para mí, Messi merece un homenaje de gratitud de todos cuantos hemos sido tocados por su carrera, en cuanto que contribuyó para que aflojáramos tensiones y temporalmente dejáramos de sentirnos terriblemente importantes. Todo minuto arrancado a la angustia y la preocupación es ganancia pura.><. Messi no puede tener idea de a cuántas personas alegró, motivó o sacó momentáneamente de un atasco. En la rueda de prensa de su despedida lloró y dijo: “Al Barcelona llegué muy chiquito, de trece años, y ahora, después de veintiuno, me voy con mujer y tres hijos catalanes argentinos. Mi intención fue quedarme, ahora debo buscar mi camino”. Alguien le preguntó si estaba viviendo uno de los momentos más difíciles de su vida y respondió que sí.><. Creo que a partir de cierta edad, todos los humanos hemos vivido experiencias similares en las que un ciclo termina y otro comienza, donde se entremezclan el orgullo de lo realizado, la tristeza de las despedidas y la esperanza de lo que vendrá. Cierto que el futuro nunca podemos saberlo y lo que se necesita es permanecer abiertos para lo que sigue, y respecto a lo que ya pasó, agradecer lo sucedido, alegrarnos de lo bonito y lo feo que haya traído consigo y decir desde el fondo del corazón. “¡Está terminado, completo, gracias!”. Se requiere de un gran temple para poder decirlo, dejar ir lo que ya pasó, mirarlo desde la mejor perspectiva y asimilar la sabiduría que deja toda experiencia.><. Por lindos y gloriosos que pudieran ser unos recuerdos, son incapaces de darnos la felicidad en el presente, porque la felicidad es “un pan de cada día” recién hecho y fresco que pierde sabor si no es actual. La felicidad de hoy no está compuesta de glorias y aciertos del pasado que nos satisfacen tanto como una relación que fue y ya no está; es encantador recordarlas, son capaces de regenerar sentimientos que pertenecen a otra época, sugieren lo que somos capaces de lograr, pero duelen si no se renuevan en el presente con cosas que consideremos dignas de nosotros mismos.><. Cierro este artículo expresando mi admiración por todos los personajes públicos que han entregado sus vidas a la misión de servir y aliviar a las masas de alguna manera, llámense Messi (el homenajeado de hoy), los Beatles, Madonna, Michael Jackson, Freddie Mercury, los Iglesias, los Fernández, Julio Jaramillo, Maná, Tin Tán y los Valdés y pararé de contar porque la lista sería interminable. Los humanos gustamos de la diversión y de participar con otros en eventos multitudinarios. Estos personajes nos brindan o brindaron oportunidades de hacerlo.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

martes, 3 de agosto de 2021

POR QUÉ ODIAMOS EQUIVOCARNOS

En teoría admitimos que todos cometemos errores; en la práctica, cuando cometemos alguno, sufrimos demasiado y solemos buscar excusas, culpables o villanos que nos hayan obligado a hacer lo que hicimos. Es difícil hacer frente a un error y decir “me equivoqué”, “estaba en un error”, “lo siento”. Se requiere una fuerza enorme y un gran carácter.><. Odiamos equivocarnos. Lo odiamos porque en nuestra absurda fantasía quisiéramos ya ser perfectos, grandes, desarrollados, plenos, terminados; lo cual, si pudiera ser real, sería demasiado triste. No habría posibilidad de aprender. ><. Los errores son necesarios pero no nos gustan; sin embargo, empujan al mejoramiento. No así lo perfecto. Lo perfecto es falso porque no ofrece ventajas para crecer. Está terminado en el sentido que decimos “estoy acabado”. En lo “perfecto” la imaginación no cuenta, está encerrada, encadenada, inmóvil. No hay cambio ni progreso.><. Si odio equivocarme, la frase: “Yo soy arquitecto de mi propio destino” suena atractiva. También pavorosa. Si odio equivocarme va a ser aterrador para mí pensar que todo cuanto me pasa y lo que vivo es el resultado de mis propias elecciones. “Colaboro al desastre de mi familia con mis palabras y hechos”. “Estoy fracasando en mi negocio porque no estoy sabiendo conducirlo, o elegí mal el objetivo”. “Con este grupo de ‘amigos’ caigo en vicios y no me animo a dejarlos”. Tantas cosas más podríamos citar donde la persona se siente espantosamente mal y atrapada. En tal situación, experimentarse como el arquitecto del propio destino puede acobardar; salvo si la persona está consciente de que los errores sirven para el mejoramiento.><. No somos los únicos arquitectos de nuestro destino. Nos guste aceptarlo o no, construimos sobre lo que ya habían construido quienes vinieron antes. Nacimos en una sociedad que sin duda está enferma. Así la recibimos. Muchas generaciones previas han cometido millones y millones de errores que la dañaron y ahora es violenta, invasiva, corrupta, engañosa, insegura, dominante y cruel. Del mismo modo, esas generaciones previas han hecho maravillas que ahora disfrutamos, como la electricidad, el agua potable a domicilio, la Internet y tantos avances tecnológicos que facilitan la vida. Igual han desarrollado ideas o filosofías que nos permiten ser más respetuosos unos de los otros de lo que eran nuestros ancestros cavernícolas.><. La parte nuestra que permanece inconsciente pertenece al destino que NO construimos sino que nos fue dado. Es repetición de lo que otros hicieron antes. Solo podremos transformarlo desarrollando la consciencia; es decir, dándonos cuenta. Sin dicha consciencia, viviremos forzosamente lo recibido, así creamos que nos toca o que no nos toca. ><. Durante el lapso que transcurre entre el nacimiento y la muerte, podemos hacer maravillas a favor de nuestra sociedad. También ocasionar grande destrucción. ¡Dios, que se nos amplíe la consciencia a todos los seres humanos!><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com