RESPUESTA
Ser tú misma significa tomarte a ti y a tus
circunstancias como referencia, en lugar de vivir pendiente de las opiniones
ajenas acerca de cómo deberías ser. Es no sólo aceptarte, sino amarte, con
defectos y virtudes, parecido a mirarte en el espejo con simpatía y luego ir al
salón de belleza a mejorar tu imagen o aplicarte en alguna actividad que haga
fecundos tus recursos. Serías la misma persona, tú, pero cultivada.
Tú, como cada otra persona, eres única, puesto que es
imposible que se repita la totalidad de circunstancias que conforman a cada una
y las hacen ser lo que son. Mencionaré sólo algunas básicas, que no cambian:
1.
El
cuerpo que te tocó habitar. Si bien tú no eres solamente cuerpo,
él es tu herramienta para estar aquí. Es el tuyo. Ser tú misma es tomarlo tal
como es, amarlo y utilizarlo, también si te hubiera tocado en suerte uno que
duele, está contrahecho o tiene alguna discapacidad. Ser tú misma es tratarlo
con gentileza, siempre, y decirle que lo amas.
2.
La
fecha de tu nacimiento. Ser tú misma es vivir de acuerdo con
tu edad. No serías tú misma si teniendo veinticinco años te comportaras como de
ocho o sesenta, ni si dijeras: debí haber nacido en otro siglo y no en éste.
Tampoco serías tú misma si en cada cumpleaños cayeras en depresión, en lugar de
festejar que sigues con vida. Quitarte o agregarte edad es como confesar: me
amaría un poco más si tuviera los años que digo, no los que tengo.
3.
Los
padres de quienes naciste. Cada uno de ellos aportó el 50% de tu
herencia biopsicosocial. De la misma manera que se toma al cuerpo con amor, tal
como es, todas tus herencias necesitan ser amadas. Cuando eres tú misma las
aceptas en su totalidad, puesto que te constituyen y conforman, y las tomas de
la misma manera como se toma una estafeta y se corre con ella para llevarla lo
más adelante que se puede y luego se entrega, a la siguiente generación.
4.
El
lugar donde naciste. Señala a cuál cultura perteneces. Ser tú
misma consiste en tomar tu época como tuya y tus pensamientos de origen social
como tu responsabilidad. Sabemos que no todo lo que nos inculcaron merece
sobrevivir; sin embargo, a la hora de seleccionar los pensamientos que se
quedan y los que se van, solamente tú estás a cargo. Ser tú misma te permitirá
juzgar si una creencia o costumbre te beneficia a ti y a los tuyos, o si debes
renunciar a ella aun si te duele soltarla, o si hacerlo atrae críticas o
sospechas sobre ti. Y siempre lo harás con amor, sin reprocharle nada, porque
nadie puede saber si uno de los motivos para que nacieras fue que tú rompieras
algún paradigma, en beneficio de no sabemos quiénes.
5.
Los
hechos que has vivido y los que te faltan por vivir. Tú
eres también tu historia. Ninguno de los episodios en que has participado merece
la exclusión. Ser tú misma consiste en tomar tu biografía completa como un
proceso en el cual te has esculpido día con día, cuyo resultado es lo que eres
hoy y mañana cambiará, porque habrás dado unos cincelazos más.