Leo con interés su columna porque me gusta, pero me extraña
que hable de Constelaciones Familiares. Tengo entendido que son riesgosas, que
usan el espiritismo al invocar a los muertos, abren puertas para energías
malignas y pueden colarse espíritus del mal. ¿Es ético recomendarlas y exponer
a las personas a estos peligros?, ¿usted las practica?
RESPUESTA
Gracias por leer mi columna y decir que te gusta, tus
palabras alimentan mi alma.
Respecto a lo que te han dicho sobre Constelaciones
Familiares, puedo asegurar sin que me conste que quien te dio estas opiniones
jamás ha asistido a alguna. Con gusto te explicaré cómo son y de qué manera funcionan.
Las Constelaciones Familiares (CF) son una técnica de
terapia breve; cada consulta dura alrededor de una hora y es una sola para un
solo asunto. Difieren bastante de la psicoterapia considerada convencional. En
ellas participa un consultante y un grupo de personas que se ponen al servicio
de éste, incluido el facilitador.
¿Cómo funcionan? El consultante expresa el motivo de su
consulta, y acto seguido se le pide que elija representantes, (por ejemplo para
él, su papá y su mamá, inclusive si hubieran fallecido), de entre las personas
del grupo, y que se siente a mirar y proporcionar información, pues él es quien
la posee. Desde ese momento, tanto el consultante como los asistentes se
dirigen a los representantes como si de verdad estuvieran presentes aquellos a
quienes representan, con profundo respeto y amor.
Generalmente, se pide al consultante que los configure; es
decir, que los coloque tal como imagina que es su relación, con esto expresa
cuál es la situación actual entre ellos. Quizá coloca al padre o a la madre
cerca o lejos, tal vez mirándolo a él o viendo hacia otra parte. Ésta es la
primera toma de conciencia: el consultante los mira y afirma o niega si sucede
de esa manera. Luego comienza lo nuevo.
Lo nuevo consiste en realizar todos los movimientos que son
necesarios para que se restablezca la armonía entre las personas representadas,
y ellas puedan expresarse el amor que ya
existe, pero que no puede fluir. A veces se requieren pocos movimientos, y
otras, muchos. El consultante está mirando y percibiendo. Por dar un ejemplo,
vamos a imaginar que la madre del consultante murió cuando éste era pequeño, y
a él le hizo mucha falta. Durante la Constelación Familiar, “se re-escribe la
historia”, madre e hijo pueden expresar cuánto les ha dolido la separación, lo
mucho que deseaban estar juntos y cómo sus almas siguen unidas a pesar de la
muerte. Lo importante es que el hijo pueda liberarse de la desventaja que le
dio la ausencia de la madre y tome las ventajas que le proporcionó el hecho de
seguir vivo. Se ha liberado el “tapón” que le impedía vivir plenamente, porque
ahora su alma sabe que en la profundidad de su ser, el amor entre madre e hijo
es eterno y él está amando; lo cual es distinto de vivir deprimido, rencoroso,
con la sensación de que la vida le está debiendo y antes de tomarla debe
cobrarle una cuenta.
Al final de la sesión se da lo que llamamos “imagen de
solución”; es decir, cómo serán las relaciones si la persona permite que su
alma realice, en la vida real, los movimientos que se hicieron durante su
Constelación.
Y ahora te pregunto: ¿puede considerarse espiritismo al
hecho de que se represente a una madre muerta, cuando el hijo necesita a un ser
de carne y hueso para expresarle el dolor de su alma?, ¿es posible que entren
las fuerzas del mal en donde la norma es el amor y el respeto? Se me ocurre
citar una frase bíblica: “Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece
en Dios, y Dios en él”.
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