lunes, 10 de enero de 2022

DISTINTAS ÉPOCAS, PALABRAS Y MANERAS DE PENSAR

Hace años vi una película llamada “Mundo de Silencio” o algo así. El protagonista, enamorado de una mujer totalmente sorda, por amor a ella y para comprender su mundo se sometía voluntariamente a experiencias de silencio total, como sumergirse en albercas y cabinas a prueba de ruido. En aquel tiempo me pareció poco probable tal cosa en la vida real, pero hoy me pregunto si sería el caso que las generaciones de los mayores pudiéramos tener un amor similar al de este protagonista por su amada, nosotros por las generaciones más jóvenes, y nos interesáramos por conocer su mundo. ><. Un día, se me vino la peregrina idea de que las series y películas deberían contar con una advertencia que rezara así: “Para mayores de 16 y menores de 40”, porque al verlas, los de mediana edad o más exclamamos: “¿Qué es esto?”, “¿En verdad así piensan y viven los jóvenes?”, “¿Qué les están inculcando?”.><. La barrera generacional es hoy más acentuada que antes. Las generaciones percibimos el mundo de manera distinta, con pensamientos distintos. El mundo donde crecimos los de las generaciones Equis y más atrás ya solo existe en el recuerdo, no en la realidad. Crecimos sin escuchar las palabras bitcóin, dispositivo, virtual, memes, selfies, facebook, instagram, twitter, viralizar, trolear, sororidad, feminicidio, viagra, antitaurino, coronavirus, pandemia, confinamiento, bot, ciberacoso, cubrebocas, hisopado, vegetariano, vegano, gay, metrosexual, trans, cisgénero, sexo binario, bisexual, lenguaje inclusivo, heteronormativo y otros cientos de términos que sería largo enumerar.><. También diferimos en lo que esperamos encontrar en libros, series y películas de lo que esperan las generaciones de cuarenta o menos. Para estas, da la impresión de que una obra está incompleta si no contiene escenas de drogas, palabras altisonantes, violencia extrema, tomas sexuales tan explícitas que antes las consideraríamos pornográficas, de homosexualidad, cambio de sexo, disolución de parejas y matrimonios, familias ensambladas y ausencia o ridiculización de las religiones.><. Podemos escandalizarnos todo lo que queramos de los numerosos cambios que estamos presenciando, pero esto no beneficiará a nadie; los adolescentes y jóvenes viven con sus pares su propia subcultura y luego vuelven a casa a otra subcultura muy distinta y es probable que no sepan qué hacer con ambas ni cómo armonizar tantas contradicciones. Es posible que en su interior desarrollen confusión, culpabilidad o, en el peor de los casos, decidan que los valores que se les inculcaron son obsoletos, basura.><. Comencé hablando de un amor que motiva a explorar el mundo del amado, y di por sentado que las generaciones mayores amamos a las nuevas y nos interesa su bienestar.><. Cuando me refiero a explorar ese mundo desconocido no lo hago en el sentido de otra película que vi hace décadas llamada Joe, en la que dos hombres adultos se internan en comunas hippies en busca de la hija de uno de ellos. Cuando entran se enfurecen con lo que ven, pero también “aprovechan” y se vuelven peor de drogadictos y promiscuos y acaban disparándoles a los adolescentes. Esto equivaldría a explorar con mirada severa, condenadora o envidiosa de que para los jóvenes sean accesibles situaciones que secretamente hubiéramos ambicionado para nosotros.><. Se trata de asumir que este es nuestro tiempo también. Estaríamos derrotados si pensáramos: “Qué mal está todo, ya mejor preferiría morir y que ruede el mundo”, o lo opuesto: “Deberían poner leyes más estrictas que prohíban lo que está pasando”. La sugerencia de este artículo consiste en mirar con amor a las generaciones nuevas, estar conscientes de que ellas no inventaron estas mentalidades sino que son el blanco de bombardeos ininterrumpidos para que las asuman, y ser capaces de hablarles respetuosamente hasta juntos encontrar su propio bienestar.><. “Psicología” es una columna abierta. Puedes participar con ideas, temas, preguntas o sugerencias en psicologa.dolores@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario